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lunes, 27 de febrero de 2012

India sobredimensionada

     Once dimensiones componen nuestro multiverso. La teoria de supercuerdas [segun la cual el electron es un amasijo de cuerdas que vibran en un espacio_tiempo de más de cuatro dimensiones] tuvo sus diminutos obstaculos al respecto del numero de dimensiones... al principio eran solo diez pero para que todo funcionara correctamente tuvieron que añadir una mas. Por lo visto segun otra teoria, la de supergravedad [que no superfuerza], nuestro multiverso siempre habia tenido once dimensiones [que, por supuesto era el numero maximo posible con un solo graviton].

     La undecima es una especie de tubo, de diametro (1) partido (10 elevado 20) [milimetros]. Segun el principio de falsabilidad [1], la teoria es aceptada pero no verificada, ya que no ha sido posible encontrar un contraejemplo. Ademas no tiene poder predictivo.

     No sera el joven Eliseo, traumado por los vapores de dietilamida de acido lisergico que todavia se respiraban en algunas de las agrupaciones humanas de la inacabada galaxia de Auroville, el que intente rebatir la supersimetria del multiverso de Everett. Sin embargo hace semanas [leyendo casualmente "Rescate en el tiempo" de Michael Crichton] en algun comodo viaje de tren [en "sleeper class"], ya sospechaba que si que podria existir alguna dimension tan sumamente infima y particular que permitiera aglomerar un numero infinito de indios dentro de un mismo vagon [y eso sin haber morado la situacion en "unreserved second class"]. Sin embargo fue un viaje de autocarro hasta Mamallapuram [ciudad con recinto sagrado donde uno disfruta de la curiosa relacion entre el indigena y el mar, muchisimo mas cautivadora, que los templos cincelados y excavados en bloques de piedra] donde confirmó, sin necesidad de recurrir a formulas matematicas sofisticadas, la existencia de la escurridiza dimension. Pasillo central y dos filas de asientos corridos a cada lado, donde se acomodan desahogadamente seis indios [tres mas tres], constituye la seccion, ademas, cuatro pilares metalicos de cinco centimetros de diametro ayudan a que el techo del vehiculo no se combe por el peso del resto de participantes en esta demostracion fisica [se estimara para la visualizacion catorce aborigenes], asidos a la barra longitudinal colgada del maltrecho fuselaje. Sobre el suelo, decenas de paquetes, bolsas, atillos y variados bultos multicolor. Cuando el joven Eliseo es advertido ante la proximidad del destino, y comienza su desplazamiento en el eje X, las hordas invasoras, embisten cual Rohirrim de Rohan, con voraz ansia, intentando ganar el volumen de aire todavia no abandonado. Segun las antiguas y predictivas leyes de movimiento newtonianas para sistemas de referencia inerciales [con velocidad menor a la de la luz] en un espacio euclideo [de coordenadas cartesianas], la posibilidad de que el objeto "E" [joven Eliseo y petate de veinte kilos], baje del autocarro atravesando "C" [espacio contenido en el corredor], teniendo en cuenta "M" [masa india desplazandose con furia en la misma trayectoria pero con sentido contrario], es por asi decirlo, imposible... ficticia.

     Gracias a esa escurridiza undecima dimension el joven y vibratil Eliseo "E" agujerea el corredor "C" y traspasa la masa "M", apeandose del transporte en el exacto posterior momento en el que este, reducia su velocidad por debajo de los diez kilometros por hora y en el exacto anterior momento en el que la incrementaba por encima de los diez kilometros por hora, esa fraccion temporal de (1) partido (10 elevado 20) [segundos] en el que el tiempo indiano se fragmenta cuando se trata de subir o bajar del transporte publico.

     ...

     Alli, en Mamallapuram, observara el joven Eliseo la bola de mantequilla de Krishna... que decir.

     ...

     Al dia siguiente, es decir hoy, el joven Eliseo debido a una huelga de autobuses, ha tenido que adquirir un billete en "unreserved second class". Se escribe en la entrada de cada vagon que la cantidad de plazas numeradas disponibles endentro [licencia poetica] es de noventa. Con ciento trece kilometros de tiempo de ventaja, el joven Eliseo, sentado en la parrilla portaequipajes junto a cuatro indi_viduos, enumera doscientos sesenta y un humanos [con sus quinientas veintidos sobaqueras]. Empeñado, un armonico vendedor de samosas picantes con un cubo de plastico en la testa usa la undecima dimension para atravesar longitudinalmente el corredor del vagon... que decir.

[1] Mas o menos la cosa es asi; si alguien postula "todos las ratas tienen rabo" tendria que revisar el rabo de todas las ratas, y esos son muchos rabos que comprobar. Sin embargo si se especula "no todas las ratas tienen rabo" solo haria falta encontrar unasinrabo para verificar la hipotesis. 

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