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jueves, 29 de diciembre de 2011

Caucasian recorre las calles.

Caucasian se ducho al septimo dia.

Por la noche y tras siete abrasivos dias [uno en Calcuta, tres en Varanasi, dos en Agra y mil cuatrocientos kilometros en Tren] descubrira al quitarse su camiseta [casualmente] roja [pintada por Basquiat], que tiene la piel cubierta de enormes eritemas. Enormes y relucientes. La erupcion focalizada en los hombros y cuello, se extendera por los brazos, se desparramara en cascada por la espalda y timidamente, asomara hasta el coxis.

La "vivienda minima" es a la arquitectura lo que el ultimo teorema de Fermat a las Matematicas. La hipotesis de Fermat resistio tres siglos y medio. Sir Andrew Wiles, tras diez años de dedicacion [ocho de ellos en total aislamiento] la demostro en los noventa, apoyandose en la teoria probada por Ken Ribet, al respecto de la conjetura de Taniyama-Shimura. Fermat [un figura] enuncio el teorema en un margen de un ejemplar de la "Arithmetica" de Diofanto y agrego que el margen era demasiado estrecho para contener la demostracion. Sir Andrew relleno, el solo, cien paginas.

Asaltado por el antrax, Caucasian aceptara su nuevo papel. Analizara todas la eventualidades indias que podrian haber provocado semejante rubefaccion. La salubridad del cercano y sagrado rio Ganges, el higienico y preciso super fast express train, los higienizados y exquisitos manjares consumidos, el purificado aire respirado, el desinfectado e inmaculado volumen ocupado, el cuidado y respetuoso transito por el empedrado exterior, los incolumes y tambien sacros animales urbanos... No encontrara motivo aparente por el cual se esta transformando en Darth Maul. Caucasian [en lo sucesivo] solo comera arroz blanco hervido, se duchara [con agua caliente o fria], enjabonara y encremara todos los dias dos veces, no tocara a ningun ser vivo o muerto periferico, ni disfrutara, nunca mas, de su debilidad... no mas te Tchai.

El universitario juega en sus ratos libres a dibujar el minimo digno espacio que habitar. Cree, que con sus innovadoras ideas [seguro escritas en cualquier libro anterior a su nacimiento] podria llegar a una solucion definitiva. La vivienda minima ocupada por Hayagriva en Taj Ganj town [quizas a trescientos metros del impoluto Taj Mahal] mide dos ochenta por dos veinte. El rectangulo queda orientado direccion oeste este. La unica apertura es la puerta doble, de madera pintada de azul indigo en el lado occidental que ocupa toda la fachada. Como mobiliario un colchon elevado mediante unos tabiques de ladrillo, frente a la cancela. El entretabicado permite el almacenamiento de tres pucheros y una cazuela. Dos piezas de material desconocido funcionarian como estantes en la cabecera de la cama. Hayagriva por la mañana defeca en la zanja abierta a modo de alcantarillado situada debajo de la entrada de su vivienda.

Tras seis jornadas no presenciara ningun milagro. El eczema cohabita su cuerpo. Sin embargo, por la mañana del septimo dia advertira el prodigio. Tras el primer aseo diario, y al igual [pero al contrario] que Joaquin Reyes dijera en boca de Enjuto Mojamuto en el episodio cuarto de la primera temporada de Muchacha Nui ["El peor dia de mi vida"], exclamara; "como vino, se fue [1], pero esta experiencia me hizo valorar las cosas importantes de la vida... [y tras un silencio]... los zombies de "28 semanas despues" no son zombis, son infectados".

[1] Enjuto berrea literalmente "Como se fue, vino".


sábado, 24 de diciembre de 2011

El Taj Mahal. El Taj Majal.

Esta vez, el gueto turistico donde se pastorea al ansiado viajero de exigua faltriquera, se ubica a escasos metros de la puerta sur del Taj Mahal, Taj Majal.

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El joven Eliseo, desde la terraza del local de comidas Treat ["Restaurant serving healthy food with love, el pintor se quedo sin espacio y la ultimas letras "ve" quedan amontonadas [1], aunque no come nada saluble es servido con love], divisa el "finial" ornamentado de la cupula principal del Taj Mahal. No distingue el blanco marmol, sin embargo esta seguro de que es el finial ornamentado del Taj Mahal. Lleva seis dias sin ducharse. El joven Eliseo disfruta del segundo Tchai de la jornada. El tren que le llevo de Varanasi a Agra con diecisiete horas de retraso le permitio acabar "El lobo estepario" [Hermann Hesse] y "Creia que mi padre era Dios" [Paul Auster]. Agradecio la demora.

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Siempre desde la misma terraza, resiste estoicamente la rotondameba en la que converguen tres ruidosas calles... disfruta pues, de seis animadas esquinas [aunque solo divisa cuatro]. En la primera y haciendo un barrido de izquierda a derecha, se alza un edificio rosa. En la tienda de la planta baja se lee "Hanif Bhai". Se venden frutas perfectamente ordenadas. Naranjas, piñas, platanos, granadas, papayas y caquis. Patatas y tomates. Soporta bien el paso del tiempo. Entre medianeras el sastre S.K. [un cartel tapa el resto de las iniciales] mira a traves del cristal de la puerta. Para completar el espacio, una masa azul con trazas de pintura blanca. En planta baja otro local, el "Joney's Place". Sirven desayunos, comidas y cenas.
Al cruzar la calle, nos encontramos una construccion azul de una sola altura. Siete ancianos desdentados y sonrientes, en cuclillas, y dos niños, de pie, beben te bajo un tejado metalico que funciona como porche. Completa la esquina un local desteñido de violeta, con un rotulo en el que se lee "Life medical store". Una farmacia. Nadie deberia consultar con el farmaceutico.
A tres metros y traspasando el camino de tierra que directamente conduce hasta el Taj Mahal, se levanta una horrible masa roja. No merece la pena detenerse en este caustico arquetipo arquitectonico, pero hay que mencionarlo ya que ocupa un volumen. En planta baja alguien detras de un mostrador, [posiblemente de la tienda "Heera Lal Nanak] alimenta con algo naranja en su mano, a una vaca. Dos veces. Luego golpea con un baculo el lomo del animal para evitar que se cuele a comprobar el genero.
Sin perspectiva y frente al bulto, se observa, sin nombre y de soslayo, una fruteria al lado de un local de verduras. Cerramientos de ladrillo ceramico enlucido, teñido de azul y verde cierran el barrido. En la fruteria desordenada, se hacen zumos de naranja con una maquina trituradora, de salchichas. El verdulero ofrece coliflor, pepinos, lechugas, rabanos, alubia verde, alubia blanca, zanahorias naranjas y zanahorias blancas. No muy apetitosas. Ninguna construccion es mayor de dos alturas. Todas culminan en terraza.

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La rotondameba esta formada por un murete de medio pie de noventa centimetros de alto, enmugrecido de añil claro y engalanado con esputos rojos de betel. Dentro, el abismo. Un promontorio plastico no reciclable, no utilizable y no combustible. Para compensar la densa linea horizontal, se levanta febril una torre postapocaliptica compuesta por por dos railes metalicos arriostrados y oxidados, y finial ornamentado formado por un matorral de cables y piezas ceramicas. Se amontonan, alrededor, cuatro vacas, dos bufalos, nueve tuk tuks indios [de capota amarilla polvorienta deslumbrante], tres rickshaw hibridos [con bicicleta y capota descapotable] dos carros de fruta, nueve motos, tres bicicletas y una carreta tirada por un dromedario. Dromedario.

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A intervalos matematicos la sombra se proyecta sobre el asfalto de la unica calle asfaltada. Con direccion oeste-este un hombre con bigote y sin turbante empuja un carro de cuatro ruedas de bicicleta. Transporta excremento seco perfectamente ordenado. Las informes deposiciones han sido convenientemente manufacturadas en volumenes circulares de veinte centimetros de diametro y cuatro centimetros de espesor. Para transportar mas cantidad sobre la superficie del carro y con maderas putrefactas ha, desafiando las leyes de la buena praxis arquitectonica y seguramente la de la gravedad, construido tabiques laterales. Con direccion este-oeste avanza cansado un autobus escolar amarillo sin escala con su entorno, cargado de escolares uniformados de apagados colores sin combinacion con su entorno, tratando de esquivar a todo el personal del concurrido nodo. El hombre sin turbante y con bigote se distrae. Alguien a su izquierda, posiblemente el sastre S.K. llama su serena atencion.

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La mirada fija, esculpida en la direccion sur-norte, no oeste-este. Nostalguica al comprobar que nada ha cambiado.

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Con sereno paso la ballena amarilla colegial no evita el mierdicidio. Es el holocausto. La unica estrada asfaltada en la ameba de la puerta sur del Taj Mahal queda cubierta de deposiciones cilindricas. El hombre con bigote y sin turbante, afanado por recoger el combustible, mira, ahora si con imperiosa atencion, al transporte escolar.

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El joven Eliseo bebe el ultimo sorbo de su te Tchai pedido con educacion y servido con amor, y sigue escribiendo en su libreta rosa. Pasará el frio invierno en La India. Un[a] gatorrata cruza una de las calles no asfaltada. Mañana, ademas de cumplir una semana sin agua caliente, descubrira que no era el finial ornamentado del Taj Majal.

[1] Restaurante sirviendo comida saludabe con amor.



martes, 20 de diciembre de 2011

Cinco Tchais en Calcuta.

En un muro amarilo de ladrillo enlucido hay un armario de madera verde. Mide dos metros cuarenta centimetros de alto, un metro diez centimetros de ancho y quizas cuarenta centimetros de profundidad. Fracciona el espacio una tabla de holgado espesor, a una altura sobre el empedrado de noventa centimetros. La parte inferior, encima de lo que suponemos es el alcantarillado urbano, funciona como almacen. El espacio superior sobre el grueso madero es divido por cuatro baldas horizontales de solo un centimetro.

Las ollas, pucheros y cacerolas se amontonan en la dimension inferior. Arriba, en la tabla que funciona como mesa, hierve una olla sobre un quemador de alcohol. El quemador tiene un deposito cilindrico. El universo fragmentado superior esta perfectamente ordenado segun la importancia y rutina de los ingredientes necesarios para que Rhaoul, de doce años, metro treinta [que tambien se podria llamar Shiva], ejecute la dificil tarea de preparar te Tchai y todo tipo de tostadas para el personal demandante sobre banco corrido de madera pintado de verde, al otro lado de la calle [quizas a dos metros ochenta centimetros].

En el momento en que es servido el quinto Tchai en cuenco de barro, posiblemente el hombre mas antiguo, desgastado, roido y torcido que se ha visto deambular en esa direccion en Hartford Lane, recoge del suelo, despues de mirar cuatro veces a su alrededor, un recogedor de basuras de plastico [igual de antiguo, desgastado, roido y corcovado que el]. Un acalorado sujeto, irritado con el mundo que le rodea, brama sin percatarse del pequeño hurto.

En el mismo instante en que se agacha y en opuesto sentido [al inicio de la estrada], en la misma Hartford Lane, una rebaño de cabras [blancas, negras y marrones] avanza a velocidad inusitadamente veloz escapando a los despiadados varazos de cuatro pastores contemporaneos. Al final de la expedicion, Atom, joven fotografo oriental, galopa tras la entelequia creada por Steve McCurry. Un acalorado sujeto, irritado con el mundo que le rodea, brama sin percatarse de la congreagacion que se le avecina.

En el mismo segundo en que Rhaoul ofrece el septingentesimocuarto te de su apretada agenda diaria al extranjero, exactamente en medio de las acciones con reseña, dos indios de metro noventa increpan al acalorado sujeto anteriormente citado, que sin parar de encajar el sermon, grita enardecido en todas las direcciones. En vista del infructuoso efecto balsamico de la homilia, y tras aviso, los gigantes empiezan a racionar galletas mientras acompañan al sujeto enfriado a lugar desconocido.

Y escribe Andrzej Kusniewicz en "El rey de las Dos Sicilias"; "...el momento constituido por la misma secuencia de estos hechos nunca mas se repetira. Por ello, este momento es tan importante como el gesto del padre Puntigam, que le da la extrema uncion al moribundo heredero del trono de los Habsburgo..." Y se puede pensar que efectivamente el momento constituido por la secuenia de los hechos relatados nunca mas se repetira y por ello es necesario su exposicion. Sin embargo y en contra de la fotografica ficcion afgana esta sucesion de hechos acontece con extrema frecuencia... solo es necesario esperar y disfrutar de cinco Tchais sobre banco corrido verde de madera frente al armario de Rhaoul.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Caucasian, de Basquiat, espera el autobus numero 15.

Caucasian esta esperando el autobus numero 15 en Thanon Ratchadamnoen Klang, frente a la rotonda del monumento a la democracia. A Caucasian lo pinto Jean Michel Basquiat en 1987. Caucasian viste camiseta de manga larga y pantaloneta rojo intenso. A Caucasian lo definen un par de chichones en la cabeza, la nariz como una pelota colorada, una tirita en forma de cruz en la frente y una barba de tres dias. Caucasian no aparenta lucidez, sin embargo, Basquiat llena el papel de signos lineales que le dan un aire muy ingenioso, suponiendo que pertenezcan al ingenio de Caucasian.
Basquiat tambien pinto en el mismo año, y junto a Caucasian, la cabeza de Negro. Solo la cabeza. Negro no esta esperando el autobus numero 15 en Thanon Ratchadamnoen Klang. Basquiat se puso muy triste cuando murio Andrew Warhola. Basquiat murio de sobredosis en 1988.

Caucasian, consciente de de estar vivo, ignorando porque [incluso por quien] fue creado, mira el contenedor de basura amarillo brillante en medio de la acera. Un hombre adulto se acerca al contenedor. Lleva en la mano derecha una bolsa nueva de carton amarillo escandaloso donde se lee "EXITO". Inaudito. El hombre viste bañador roto y sucio. Se detiene delante del contenedor y abre la tapa para comprobar lo que el mundo considera inmundicia. Dificilmente la imagen del hombre adulto examinante, con la bolsa nueva de carton amarillo donde se lee "EXITO", abriendo la tapa del contenedor de basura amarillo, se superpondra a los signos lineales que le dan aire ingenioso a Caucasian, pero es un gran momento, y lo lamenta. Encuentra un bañador. Alli mismo, el hombre adulto, despues de dejar la bolsa de carton amarillo en el suelo, se cambia el calzon. Se quita su roida prenda y se queda con el culo al aire en frente del monumento a la democracia. Con la tranquilidad que supone quedarse con el culo al aire en una parada de bus a las 11:37 de la mañana delante del monumento a la democracia mira su nueva y no tan carcomida conquista, y se la calza. Calzon calzado.

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Una pareja de ancianos musulmanes cocina Pad Thai a treinta bats en un carrito metalico con ruedas de bicicleta. El, esta sentado leyendo el periodico. Ella, torcida como la planchadora de Picasso, cocina Pad Thai a treinta bats en un carrito metalico con ruedas de bicicleta.

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A Caucasian le gustaria poder mirar el reloj. Dos minutos despues, otro hombre adulto, sin bolsa amarilla y con peor semblante, se detiene delante del contenedor de basura. Viste un bañador espeluznante. Caucasian recuerda el cuento de aquel que arrojaba las cascaras de los altramuces al suelo y se dolia de su pobreza. Caucasian, expectante por comprobar si se confirma la fabula, olvida el autobus numero 15. Podria decirse que Caucasian esta excitado, pero no seria politicamente correcto. Sera la ultima vez, en ese dia, que Caucasian exprese sus emociones. El hombre adulto revisa el contenido del cubo. El hombre adulto sin bolsa amarilla comparte la misma opinion que el hombre adulto con bolsa amarilla y "no reusa" [rehusa] la joya abandonada. Sin embargo, al abrir una bolsa de plastico negro situada a la izquierda del contenedor amarillo encuentra unos pantalones vaqueros todavia coloreados. Los observa unos segundos. Los coloca sobre su hombro derecho y sin probarselos comienza a caminar.

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Caucasian con la cabeza llena de signos lineales [formales o no, casuales o no] no consigue argumentar el pensamiento. Necesitara todo el trayecto de autobus numero 15 para emitir un parecer. Caucasian como ejemplo de reciclaje no es capaz de comprender su propia realidad. Se aproxima a una vaga idea. El exempla moral de Patronio carece de sentido en el tiempo neonlitico. En el tiempo neonlitico, la cantidad de objetos no degradados, transformados mentalmente en despojos es suficiente para que, incluso, en el mismo lugar, el hombre adulto con o sin bolsa tenga su indemnizacion.

martes, 13 de diciembre de 2011

El rio que nos lleva. Cronicas Myanmanas IV [27_11_2011]

En 1961, Jose Luis Sampedro escribia "El rio que nos lleva".

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En 2011 [cincuenta años despues], lo encontró en un local de libros de segunda mano en las lejanias de Khaosan Road... Bangkok. El manuscrito le conmovio enormemente. Mientras lo carcomia, fantaseaba con ser ganchero. Ir a la universidad de gancheros [seguro en Oxford o Harvard], aprender todo lo necesario y tropezar, cierto dia, con algun irlandes de camino al Tajo para exprimir la vida apacentando la maderada.

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A los pocos dias de llegar a Mandalay y en una de esas visitas obligadas cuya intencion es disfrutar del camino [mas alla del desconocido destino], en un barco sobre el rio Ayeyarwadi, sentado sobre una silla Mandalay conversaba el texto con el inseparable compañero Jacques, sentado en otra silla Mandalay. Mientras con intensidad describia la exquisita prosa contenida en el libro y la brutal dignidad de los actores, a lo lejos, pero acercandose, divisó una especie de toldo formado por telas de colores sobre un amasijo insumergible e irreconocible tirado por una descascarillada embarcacion. A lo cerca pero alejandose, comprendió la construccion flotante apoyada en una exagerada aglomeracion de bambu, no sofisticadamente trabada. Jacques, versado, aclaró que la pigmentada familia, parasitada sobre la montaña de palos, conducia, durante varias semanas, la madera desde los densos bosques mas al norte del pais hasta Yangon, presumiblemente para exportar o vender.

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Con la mano en la frente por el contraluz del sol, y queriendo olvidar el sucio remolcador contemporaneo, en su imaginacion distinguió al linaje encauzando la tupida colina leñosa con gruesos e interminables ganchos, exhibiendo brutal dignidad, exhibiendo orgullosos su destreza.

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Y escribia Jose Luis Sampedro en "El rio que nos lleva"; "Siempre habia curiosos en el puente colgante. Y eso, como decia el Cacholo, daba categoria".

miércoles, 7 de diciembre de 2011

La Silla Mandalay. Cronicas Myanmanas III [25_11_2011]

La silla Mandalay no pertence a Vitra. No esta diseñada por Charles and Ray Eames ni por Verner Panton y seguro no esta expuesta en el museo del mueble de Frank Gehry en Basilea. No esta fotografiada por Gabriele Basilico y no aparece en la portada de Vogue. Andrew Niccol no la necesito como atrezzo para Ethan Hawke y Francis Bacon tampoco sento en ella a Inocencio Equis.

Nada de polimeros termoplasticos, ni vidrios al silicato sodico, ni aleaciones pavonadas.

No se vende ni se compra. No se trueca. Se construye [que no fabrica] cuando se necesita.




domingo, 4 de diciembre de 2011

Cronicas Myanmanas II [21_11_2011]

En medio de las montañas, durante la segunda jornada de las tres que dura el paseo entre la ciudad de Kalaw y Nyaung Shwe, nos detienen a tomar un te. Sera el octavo del dia.

La casa abordada tiene una estructura de madera basica, que forma una planta rectangular de cinco por ocho metros en la que se diferencian tres ambientes. El espacio vivible queda elevado mediante pilotes tambien de madera facilitando un refugio a los insolentes plumiferos bipedos y diligentes peludos cuadrupedos. Las paredes divisoras interiores y exteriores estan formadas por paneles de bambu trenzado. Subiendo la escalera no normalizada se accede directamente a la cocina. Si se cruza, se llega al espacio de estar. En la pared opuesta una puerta permite el paso a la unica habitacion.

Se reconoce la cocina, porque sobre la trama vegetal que configura el firme hay un marco similar al bastidor de un lienzo, que confina un espesor de cemento sobre el que se asienta la lumbre. Se reconoce el estar, al estar iluminado por dos ventanas y dos puertas balconeras sin contener mobiliario. No se reconoce la habitacion por la intimidad.

La ceremonia consiste en una tetera con te y unos recipientes. La familia y los invitados, sentados en el suelo, van bebiendo de sus cuencos cuando tienen ganas. Por la ventana, mientras se desarrolla un entretenido y animado dialogo entre la familia y los invitados, uno se pierde facilmente entre el rojo brillante del chili secandose al sol, el verde de las terrazas de arroz, el amarillo de las flores de sesamo y el profundo cielo azul que acompaña Noviembre.

En ese momento la familia alusionada solo detenta un miembro. Tiene sesenta y dos años aunque [miento cual bellaco galante y le digo una galanteria] parece que tiene setenta y ocho.

La comunicacion es sencilla, la guia traduce del ingles al birmano y del birmano al ingles. La informacion que se perderia en una disertacion sobre fisica cuantica seria monstruosa, pero para saciar la casuistica minima necesaria para componer una vida, el sistema es idoneo.

La estupenda mujer lleva un vestido de dos piezas negro con costuras de color naranja intenso y azul oscuro. En la cabeza un pañuelo naranja, amarillo con algunas trazas granates. Por casualidad y para conformar esa vida en mi cabeza pregunto cuantos hijos tiene.

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Catorce. Es dificil traducir o entender de forma incorrecta catorce, pero es mejor confirmarlo. Catorce. La anterior gentileza sacude mi estomago, y empiezo a interpretar el numero de arrugas que siembran su semblante.

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A tres los tuvo sola mientras recogia arroz... y se reia contando, [ante nuestros gestos de incredulidad, asombro y reconocimiento] como, cuando llegaba a casa, le decia a su marido que habia encontrado un grano un poco mas grande. A otro lo pario cuando caminaba, junto a su carreta tirada por bufalos, a un pueblo cercano a vender semillas de sesamo. Los otros seis nacieron en la casa, y alguna vez tuvo la suerte de estar acompañada por su madre. Los cuatro restantes eran adoptados aunque debido a complicaciones lingüisticas no se profundizo mas en los detalles... y siempre tras cada dato repetia facil, facil...

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Y alli seguia, sentanda en el suelo, con el brazo izquierdo sobre la rodilla izquierda, quedando la pierna derecha descansando sobre el bambu, a veces ensimismada por horizonte a traves del balcon, siviendose te sin ceremonia y conversando con extraños, extrañada ante nuestra extrañeza, disfrutando poeticamente de sus dieciseis años extra[ordinarios] de vida. Realmente facil.



miércoles, 30 de noviembre de 2011

Involucrarse in Burma [18_11_2011]

Por supuesto involucrarse demasiado en el estilo de vida Myanmano [y de cualquier pais] tiene consecuencias imaginables...

Exordio: Despues de comer con los desconcertantes cultivadores de cacawiki el dia anterior y de pasar las ultimas doce horas sentado en un agradable y reconfortante escabel rosa de guarderia rosa en el pasillo central de un comodo gris autobus publico, el joven Eliseo disfruta del descolorido color naranja apagado de la pared de su celda benedictina en Kalaw, encomendandose [sin convencimiento] a la orden franciscana de Guillermo de Baskerville.

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Parece ser que los cacawiki estan haciendo un trabajo no solicitado.

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Antes de Maitines o Vigiliae se entrevista con el escusado de la lobrega abadia solo cinco veces, lo que le permite imaginar un futuro esperanzador.
Aunque es canonica la oracion en comunidad en Laudes o Matutini, [tambien lo es en Maitines y Visperas] la desidratacion sufrida hasta ese momento solo le consiente contar el numero de artropodos, boca abajo, que aparecen correteando por el bambu del tejido vegetal del soberbio falso techo del aposento.
El insensible mundo que le rodea [casi todos los animales a los que San Francisco tuvo el placer de predicar] decide desayunar a Prima, y en exanime soledad no se faculta ni un solo abstruso movimiento que disturbe su encontrada paz interior, evitando otra visita al amigo "Champion" que no "Roca" [nueva no deseada informacion acerca del lugar visitado].
En Tercia el herbolario Severino decide presentarse portando una medicina medicinal compuesta por misteriosas hierbas, "tiger powder". El color es desagradable, el olor similar al del mitico balsamo de tigre... y el sabor... mejor no usar palabras hereticas que despierten la antipatia y quizas la ira del inquisidor Bernardo Gui.
A mediodia o Sexta, estimulado ante un rayo de luz que realza [sin querer] el color destartalado dominante, abre el porton del balcon que da a la legamosa avenida principal del recinto benedictino y sin que aparezca una nueva marca en su clepsidra corre para reencontrarse con el nuevo amigo de los aciagos e inicuos momentos.
Siendo no preceptivo acudir a la iglesia en Nona [tampoco lo era en Prima, Tercia y Sexta] el joven Eliseo se dedica a la meditacion focalizando toda su energia en la respiracion abdominal. Cualquier misericordioso que lo encontrase en dicha posicion no distinguiria si ora o zozobra.
Tras la puesta del sol y tocando Visperas, consciente ya, de su nueva situacion turistica, decide fascinarse con la creacion de Umberto Eco, siempre consciente de que cualquier movimiento desequilibrara la balanza de la serenidad... cuestion que Alinardo da Grottaferrata en su sabia senectud ya habia puntualizado.
Pasadas Completas y debido a la obstinada creencia en la pobreza apostolica de su orden, el aceite de la lampara usada para alumbrar el manuscrito en la oscuridad, expira. Solo el recuerdo de las palabras interpretadas revolotea en su memoria, iluminando su pendiente relaxante sueño.

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Escolio: Es mejor no tomarse muy en serio en algunas ocasiones...

martes, 29 de noviembre de 2011

Bagan. Como ver cuatro mil templos en un dia [16_11_2011]

Bajo el sol, cuatro hombres trabajan.

Un carro de dos ruedas, arrastrado por dos cebus, es cargado de plantas de cacawiki con horquillas de madera por tres hombres, un funambulista sobre, con mismo instrumento, acopiando ordenadamente la carga.

Tapados y protegidos por un arbol de desconocido nombre, dos hombres trabajan.

Sobre una mesa con plataforma de bambu trenzado usada como tamiz, dos descamisados cerca, con palos de madera, vareando las plantas de cacawiki, amontonan bajo el mueble la preciada raiz.

A pocos metros, sin sombrilla ni proteccion, cuatro mujeres trabajan.

Una de pie y usando el viento separa las vainas leñosas de los residuos menos pesados, las restantes sedentes, con harneros tambien de bambu, limpiando el fruto de impurezas para encostalarlo en sacos de tela.

lunes, 28 de noviembre de 2011

David Blaine en Yangon. Cronicas Myanmanas I [13_11_2011]

Despued de repasar concienzudamente el futuro simple ingles en la gramatica vienesa y no tener muy claro si profundizar mas en las misteriosas formas venideras decidio encender la television que habia en la habitacion del hostal. Por casualidad la cadena que quedaba del ultimo residente era la AXN-asia y para su disfrute habia un gran hermado asiatico. A priori no parecia muy interesante pero le dio una oportunidad ya que hablaban en ingles y no sabia cambiar de canal en ninguno de los dos mandos abandonados en la mesilla a tal efecto.

El gran hermano del Thai boxing, literal. Doce o catorce jovenes [no jovenas] de diversas nacionalidades entrenan durante varios meses y una vez a la semana se lian a patadas despues de elegir a los contendientes de forma no muy clara. Cada episodio consta de varios minutos sobre convivencia, entrenamiento y filosofia, y en otros tantos se desarrolla el pugilato. Todo en ingles.

Despues de la escasa media hora y con la mirada en el despertador estimo oportuno darse el homenaje de esperar al siguiente programa. Revelador... David Blaine. Y descubrio el rejuvenecido mundo de la magia. Tambien en ingles. Un figura capaz, en cuarenta minutos, de revitalizar cualquiera de los mas conocidos trucos. Adivinar un pensamiento, levitar en la calle o atravesar un cristal con la mano era arte en presencia de la presencia del presente David.

La mirada a la alarma no era casual, al dia siguiente volaba hacia Myanmar. Con la cabeza atontada por el ingles cogio su ultima conquista, "El rio que nos lleva" [de Jose Luis Sampedro] y olvido a Casimiro.

La cantidad de informacion al respecto del cambio de divisa en Myanmar es desmedida. Guias, blogs y bitacoras dan todo tipo de consejos al respecto. Billetes impolutos de 100 o 50 dolares, no manchados, no doblados, no olidos, no comidos... perfectos. Cambiar en los hostales u hoteles, evitar el mercado negro. Si se elige la opcion oscura ser precavido, mostrar solo un billete como ejemplo y en caso de complicaciones revisar el papel devuelto por si se han caido algunos ceros. Teniendo en cuenta que por la cara de Benjamin ofrecen ochenta perfiles de un perrogato birmano, cuenta con cuidado, aun en medio de la calle, el amontonado, evitando falsos dobleces.

Con todos los consejos, incluyendo un texto [en ingles] en el corcho de la recepcion del hostel sobre el timo de la estampita, partieron emocionados hacia la esperada zona de cambio. La densamente destrozada arquitectura colonial anglosajona que brinda la ciudad, con sus verdes, azules, amarillos y rojos apagados y descascarillados es una fiesta en sus arquiectonicas cabezas. Todos los decadentes alzados estan poblados de balaustradas, parabolicas, cables telefonicos, celosias, rejerias, macetas, tendederos, maquinas acondicionadoras, parasoles inverosimiles, suciedad. Finos cordeles permiten recoger el correo desde el balcon o el mirador. Que ingenio. El emparrilado urbano formado por altruistas avenidas paralelas y generosas perpendiculares no permite el despiste, ni la perspectiva.

Cuando el sol esta en lo mas alto y funde los circuitos arrivan a la iluminada zona. Todo parece tranquilo. Puestos de comida callejeros no tan apetitosos. Varios ruidosos autobuses que pasaron la juventud a mediados de los cincuenta y timidos intentos de contacto. Sin agobios. Comprobadas algunas cifras, se dirigen al personal no autorizado mas convincente. Los no trajeados gerentes del negocio conducen a perdido number one y perdida number two hasta su "tea shop" y piden paciencia. Pasan varios minutos observando la fauna inscrita y circunscrita sobre el asfalto de la estrecha peatonal donde queda sito el "establecimiento". "Efectivamente" dice uno de los perdidos. "Un ti sop". Una mujer a tres metros, en un carrito con ruedas calienta imbebibles. Mesas de guarderia con sus taburetes plasticos a juego sirven de mobiliario. Dos parasoles rojos de conocida marca carbonatada birmana tamizan la luz y evitan el colapso intelectual [por algunos momentos perdido number one piensa que esta dentro del mostrador de una carniceria con ironia].

Y aparece [deus ex machina] David Blaine. Propone algo menos de lo anteriormente tratado, pero no importuna al auditorio. Del bolsillo izquierdo hace aparecer una calculadora, en la mano derecha lleva cuatro desconcertantes fajos de billetes de mil [de curso legal]. Lo pensado era canjear seis o siete Ulisses S. Grant por trescientos algo del pais. Con tranquilidad segun lo recomendado, el publico asistente al evento revisa los gruesos paralelepipedos axfisiados por una goma. Con tranquilidad cuentan y con tranquilidad comentan la situacion. Deivit una vez que ve caras de felicidad en las jetas de la concurrencia pide ver los dolares [mientras de una forma natural se hace con su tesoro birmano] y uno de los perdidos ofrece en forma de abanico siete billetes de cincuenta. Blaine da unos toques magicos y encuentra un error en la numeracion de uno de los Ulisses ofrecidos. Ante tal ofensa empiezan a desfilar el resto de papeles [los espectadores asumen que su cultura y vivencias occidentales estan por encima de la habilidad del trilero] que va rechazando por desconocidas razones. En sus astutas manos, ya cohabitan diez o doce, quien sabe. Sin desencolar la mirada de la mano derecha del mago, perdido number one nota que la densidad verde es menor de lo supuesto ante el despliegue economico efectuado [no obstante es solo una intuicion], aunque por razones morales estudiadas y aprendidas en los Padres Escolapios, asume que el mundo que le rodea jamas querria engañarle, asi que evita mancillar el honor del prestidigitador presente, por no ofenderle.

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Perdido number one y perdida numer two, algo maravillados, deciden volver al hostal para comprobar si despues del espectaculo de ilusionismo [de ilusos, no de ilusion] el billete [que se estima desaparecido] aparece por magica formula en la habitacion [como parte del truco]. Prodigioso que despues de la representacion los perdidos sigan tan perdidos.

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La funcion se repite todos los dias durante el mes de Noviembre en Sule Paya entre las doce y las dos del mediodia. Reservar con antelacion que las entradas empiezan a escasear, ya que el gobierno pensante contabiliza las grandes perdidas que supone el cambio de divisa ilegal.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Pa[I]sajes de Bangkok

De regreso nocturno al abrigo es inevitable no caminar.

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De camino al abrigo nocturno es inevitable no atravesar ciertos pasadizos, callejones, pasajes... corredores urbanos. Lineas vacias, de seccion rectangular [cuya dimension vertical es siempre superior a la horizontal], que taladran la metropoli, permitiendo el avance sin retroceso y la pausa contra la pared.

Estimuladas por la clepsidra revitalizada tras la inundacion, se convierten en otro Aleph.

Pero es este un Aleph discontinuo, todos los instantes del universo no quedan contenidos en un punto... es geometricamente absurdo y materialmente imposible. Solo se reconocen algunos, anacronicos y no sincronicos.

Comprendida la casualidad y su mecanismo, dos opciones, penetrar el umbral y descubrir, o detenerse y esperar. El vagar presentara la sucesion de puntos, apuestas en tapete verde no interpretable, durmiertes sobre tejido divan de descolorido color, arroz blanco neonlitico faunofamiliar sin tenedor, fruticida en carreta no ambulante, vendedora de sepia asada empalada, taciturna costurera infatigable en su labor maquinando a mano, trasnochado viajero cojeante con la Madre Teresa tallada en el hombro izquierdo y el Che en el derecho, amputado anciano flautista sentado incredulo ante el ciego anciano flautista andante... El aguantar es gestionado por la accion puntual, el atonito paso del manchado cebu guiado, la mujer lastrando liquido usado oxidado despareciendo tras la cancela, la dresina rebosante de baules enmaromados demandante de paso, la joven equilibrista de osos de peluce rosas, el dulce hacedor de dulces zumos de granada, el ciego anciano flautista andante reconociendo al amputado anciano flautista sentado...

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Pasada la medianoche es paisaje.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Singapore, por Phileas Fogg

Al dia siguiente , a las cuatro de la mañana, el Rangoon, habiendo ganado media jornada sobre su horario, fondeaba en Singapur para renovar su provision de carbon.
Phileas Fogg inscribio la ventaja en la columna de las ganancias, y esta vez descendio a tierra acompañando a mistress Aouda, que habia manifestado el deseo de pasear durante algunas horas [1].

Ese mismo dia, a las 11 de la mañana, el autobus rojo de linea de la compañia SJE, habiendo perdido treinta minutos sobre el horario previsto, abandonaba la isla de Singapore tras cruzar la frontera, rumbo Johor Bahru.
El joven Eliseo manoseo "El nombre de la rosa", y si, esta vez se dispuso a devorarlo acompañando a mistress Clara, que habia manisfestado el deseo de leer "La vuelta al mundo en ochenta dias", durante las siguientes horas, hasta Bangkok.

La isla de Singapur no es grande ni de aspecto imponente. Le faltan montañas, o, mejor dicho, perfiles. De todas maneras, es bella dentro de su pequeñez. Es un parque cortado por caminos hermosos. Un caprichoso vehiculo, tirado por esos elegantes caballos importados de Nueva Holanda, transporto a mistress Aouda y a Phileas Fogg entre macizos de palmeras de verde follaje y de plantas de clavo, cuya especia es el boton de la flor. Alli los arbustos de pimienta reemplazan a los setos espinosos de los parques europeos; los saguteros, helechos gigantes de soberbio follaje, varian constantemente el aspecto de esta region tropical; los arboles de moscada, con sus hojas barnizadas, saturaban el ambiente de penetrantes aromas. No faltaban en los bosques bandas de agiles monos chillones, ni tigres en los cañaverales. A quien se asombre al saber que en esta isla, tan pequeña relativamente, esos carniceros no han sido destruidos por completo, les responderemos que vienen de Malaca atravesando a nado el estrecho [1].

[Recordando y disfrutando de la profusion palmeril circundante]. La renovada isla de Singapore ya tiene perfiles... muchos, cientos quizas, de noventa, o mas pisos. Y es bella dentro de su desmesura. Es un parque cortado por carreteras agradables y vehiculos molestos. Un hermoso metropolitano, transporto al joven Eliseo y a mistress Clara entre la oscuridad superlativa terrestre, disfrutando en cada parada de las mas sofisticadas formas de mercadotecnia, provocando la tension interna por no existir equilibrio entre lo requerido y lo poseido. Sublime mecanismo. Saturaba el ambiente ligero aroma de fragancia recien pulverizada. Es verdad que en los bosques no faltaban bandas de agiles y chillones monos aunque ni en el safari nocturno de jungla secundaria se puede ver hoy dia, tigres salvajes entre cañaverales.

Despues de haber recorrido la campiña durante dos horas, mistress Aouda y su compañero, que miraba sin ver, regresaron a la ciudad, vasta aglomeracion de casa bajas, rodeada de jardines donde crecen mangostas, ananas y todos los mejores frutos del mundo [1].

[Recordando y disfrutando de la profusion palmeril circundada]. Despues de recorrer el "Mount Faber Loop" y de admirar el "Henderson Wave Bridge" durante la dura mañana monzonica, mistress Clara y su compañero, que no dejo de observar, regresaron a la ciudad para deleitarse con el nuevo complejo Marina Bay Sands; el increible, en el interior, pene tripodado y el deslumbrante, de fachada, ArtScience Museum...
Aunque lo mas increible de la mistica jornada fue el repentino reencuentro con el olvidado desfibrilador suizo y un nuevo visionado con perspectiva, del estanque Lily lleno de nenufares, siempre de Monet.

Y dijo Bertrand Russell "Ser capaces de llenar el ocio de una manera inteligente es el ultimo producto de la civilizacion".

[1] Transcrito directamente de "La vuelta al mundo en ochenta dias" de Julio Verne.

domingo, 30 de octubre de 2011

Aipod llevo Singapur claro

Sonido carece situacion insostenible hora de tren realidad palmeras aceitosas mas cuatro sesenta minutos melodia con motor buen principio papel ayuda seran tres la odisea espacial solo el joven sociedad silencio roto freno orinar ahora suficiente no humedad caldo gallina despacio doble espacio siete por treinta de veinticuatro renovar garantizado no porque facil nadie dijo policia del karma continuar unos seguir otros siempre mas alla orilla

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Posible error necesitaba musica calabazas pipas blandas sal

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Plan olor gigante Calcuta cambio palmeras pero el asfalto despacio sin locomotora y con planes renovar noticias no hubo despacio meditar posible sera Calcuta estara tres de treinta puede quizas amigo tren cerveza hablar sudor Teresa cuarenta de trescientos sesenta despues Kolkata amigo Darjeeling bien cinco de veinticuatrocuatro escuchar llegar pipas girasol duras

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Balas encendida ruido youtube claro ruido mas travesia uniformes empezar avion plan vision sin entonces remedio no hay que inter lo que sea positivo bien no impensable quizas perdon aunque nuevo orinar todavia pero despacio claro sera, no estaba escrito... estaba claro.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Con la estulticia instalada

Sedente, dominando ajedrez en la mesa de la taberna flotante del rio Tembeling, permanece, buscando, de soslayo, siempre en la otra orilla, mortal que precise sus servicios.


El vehemente Samuel Rodriguez, con la estulticia instalada en su triste figura, tras la sagrada perdida, no repara en la posibilidad del desastre anunciado. Despues de leer, el soporifero "Yo mate a Sherezade" [encontrado e intercambiado en Pakse], el raticida "Quien se ha llevado mi queso" [tropezado en Krabi y abandonado en Perhentian Kecil] y el admirable "La vuelta al mundo en ochenta dias" [intercambiado en Ko Phangan y no olvidado] no advierte la inglesa advertencia del unico codice que debia de ocupar su esfuerzo.

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Traducido y revisado: "No entres en la jungla despues de las 18:00, y si lo haces, porta una linterna"

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A las 12:11 penetra en el bosque pluvial mas antiguo del mundo [segun el poster clavado en la habitacion que ocupa en Kuala Tahan], sin frontal, sin linterna y sin agua, pero con chubasquero. Supone, que el hecho de penetrarlo [aunque no comprende el significado pluvial] sera suficiente para colmar sus liquidas necesidades venideras. El proposito es caminar los ocho kilometros y medio hasta Kuala Terenggan, sin preguntar ni informarse al respecto del destino, pero con la idea de abordar una barca a su llegada. Presente en su mente el eficaz Phileas Fogg, capaz de recorrer una parte de su camino americano en un trineo aparejado en balandro, presente el bolso Mackintosh con veinte mil libras esterlinas.

Los 110 tigres y 631 elefantes, esperados por el insigne divulgador, no se presentan a la cita, asi que disfruta de los prominentes y bellos ejemplares de los trece generos de dipterocarpoideae de la Malasia humeda, cuyas extravagantes y largas raices tropiezan el movimiento.

Son las 15:05 y Samuel Rodriguez cruza el unico afluente que necesita conexion. Dos piezas de hormigon con forma de "H", tensan dos gruesos cables de acero que sostienen la pasarela colgante. La vegetacion domina y la humedad conquista el ingenio humano. El bueno de Indiana atraviesa corriendo el soporte opuesto sujetandose el sombrero, acosado en la lejania por algunos Orang Asli disparando sus cervatanas. Pierde su fedora con fieltro de lana, aunque consigue atravesar el puente ileso.

Veintitres minutos despues, exactamente a las 15:28, descansa en el embarcadero [diecisiete travesaños de madera formando un graderio que penetran en el rio] del resort fantasma de Kuala Terenggan. Nadie arregla el desolado tejado de las cabañas. Nadie corta el devastado pasto. Nadie cambia las fundidas bombillas. Nadie proporciona la embotellada agua prometida. Hay nadie. Descalzo intenta arrancarse las sanguijuelas negras que cuelgan de sus piernas y descubre un emoticono risa dibujado a fuerza de suscionar en el tobillo izquierdo. ¿Intencionado?, se pregunta tratando de sondear lo insondable.

Al segundo, aparece un motor, salvado. Al segundo, desaparece el motor, eliminado. A los diez minutos otro motor, a los diez minutos otra decepcion.

El impetuoso Samuel Rodriguez determina ante la confirmada situacion, no mencionada en ninguna de sus ultimas lecturas, recorrer el camino de vuelta, sin frontal, sin linterna, sin agua pero con chubasquero. Ya no supone nada. Son las 15:49. Nueve Kilometros y medio. No se trata de abandonar el bosque, hay que de salir de la reserva natural.

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Saluda a Indiana que todavia seguia buscando el tridente [16:07, azul amarillo].

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Chozas vegetales con television animal en color sin morador presente [16:36, azul brillante].

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Cuatro hojas plateadas ficticias en planta no reconocible [18:03, azul rojo claro].

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Desconocido genero de dipterocarpoideae saltable, a lo lejos sonidos selvaticos primitivos poco atractivos pero almacenados en el subconsciente como arriesgados [18:42, azul rojo sombrio].

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Desconocido genero de dipterocarpoideae reptable, en la mano derecha la navaja suiza multiusos preparada ante cualquier eventualidad animal propia [18:58, azul tenebroso rojo ocaso].

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Maroma en subida demencial sobre material descompuesto, abandona en el bolsillo el objeto punzante ya que por momentos necesita liberar ambas manos [19:18, rojo nocturno].

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Tubo ductil conductor de diametro variable subterraneo por momentos terraneo [19:24, violeta intangible borroso].

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Señal preventiva, traduce e interpreta sobre la marcha: "a partir de este punto [direccion opuesta recorrida] se aconseja el uso de guia" [19:37, violeta noctambulo].

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Con el violeta casi negro ciego, marcando el reloj las 19:51, y a falta de un kilometro, el desesperado Samuel Rodriguez con su caracteristica vision nocurna de ave rapaz y siguiendo la increible, pero veridica desconcertante estela de luciernagas arracimadas a ambos lados de la embarrada senda, consigue, despues de tropezar con siete fuertes troncos de siete jovenes dipterocarpoideae, pisar el primer escalon de plastico que irremediablemente le situaran en el complejo de construcciones que forman el cuartel general del parque nacional del Taman Negara.

Ahora, con luz blanca fria articial, baja la escalinata de hormigon con pasamanos leñoso, que muere en el embarcadero cubierto a dos aguas de luz blanca calida artificial.

Andante, dominando ajedrez en la mesa de la taberna flotante del rio Tembeling, permanece, encontrando, de soslayo, siempre en la otra orilla, mortal descerebrado que precise sus servicios nocturnos.

martes, 25 de octubre de 2011

Desmantelando el paraiso

El paraiso se monta en Marzo y se desmonta en Octubre. Hay que descansar.

A veinte kilometros de la costa continental oriental Malaya. By boat.

Indispensable dos o tres peces payaso cerca de su anemona urticante, miles de Acuminatus de Heniochus a veces pertubados por algunos Zebrasoma Flavescens, transparentes peces Belonido y decenas de Cheilinus Undulatos. Tortugas de tamaño considerable para disfrute de los mas jovenes y dos,quiza tres, pequeños tiburones, que asusten aunque no muerdan, alimentando las ulteriores historias.

Que menos, que condimentar con corales el arenoso niveo fondo marino. Grandes y petreas masas de coral cerebro amarillo con sus almejas gigantes engastadas de labios azul purpura, arrecifes de coral verde lima y exquisitos corales mesa rojo profundo con estructuras helicoidales imposibles.

En tierra firme, y escondido entre palmeras colmadas de alimento contemporaneo, con paso vacilante y mirada extraviada, un lagarto de dos metros ayuda a entender la violenta gravedad del entorno celestial.

El porvenir te puede reservar una sordida lucha sin cuartel con Nemo... Nunca comprenderas si era el reflejo en los quevedos de buceo, lo que realmente entusiasmaba al Amphiprioninae a entablar semejante contienda. Puede que la fortuna te regale algun atardecer simetrico sobre espejo cristalino. Quien sabe. O quizas la certera confesion ante amigos desconocidos lejos de su esquina.

Pero si... El paraiso se desmantela la ultima semana de Octubre.

Antes del monzon, todo lo clavado, atornillado, pegado, fijado, unido, acoplado y tambien empalmado, se desclava, se desatornilla, se despega, se desfija, se desune, se desacopla y por supuesto se desempalma, aunque a veces es complejo. Ventiladores, Fan coils, ventanas, mosquiteras, cuadros, pizarras, grifos, canaletas, mesas, sillas, platos, vasos, cubiertos, escobas... Todo lo que te ha auxiliado y asistido para disfrute confortablemente del entorno, se empaqueta.

Entonces, una vez finalizada la proeza, solo queda el paraiso.

Igual que el ser humano.


viernes, 21 de octubre de 2011

Legos y Tentes

Cuando el joven Eliseo era joven de verdad [a finales de los ochenta], solia levantarse pronto los fines de semana, sin motivo aparente. De la cama corria a la cocina, en la casa del pueblo, y debajo de la ventana destapaba una caja llena de juguetes.

El zoo de Playmobil, los legos, los tente [que se empeñaba en usar como lego], algunos dinosaurios de plastico, la nave de los G.I.J.O.E, He Man y, seguro, algun otro master del universo del reino de Eternia... Habia uno especialmente interesante, aunque quizas no era un juego. Una bandeja de plastico con una ligera depresion, de un milimetro de profundidad, donde encajaban tres diferentes moldes con relieve. Un marco negro ayudaba a mantener sujetos los matrices de plastico. Habia varias de estas finas planchas con diversos colores segun la psicologia [benigna o maligna] del personaje. El de Ultraman, siempre con los brazos formando noventa grados, el izquierdo en horizontal y el derecho, detras, en vertical, era su preferido. Naranja.

Una vez confeccionada la escena, con Ultraman, y algun Daikaiju escamado y con membranas interdigitales surguido de las profundidades marinas Japonesas dispuesto a destrozar el mundo, colocaba un papel blanco sobre el drama y con un grafito [gracias al resalte del relieve] marcaba.

El resultado final, una perfecta escena de accion, quedaba listo para colorear. Ultraman a veces sorprendentemente enrojecido, anaranjado o excesivamente plateado luchaba con un monstruo verde, violeta, amarillo o azul. Buenos tiempos para el pigmento.

El creador del juego previendo las diferentes posiciones de los moldes, diseño unas lineas de fondo comunes que ayudaban a entender la secuencia como unica... se intuia un mismo fondo para todos los personajes, cualquiera que fuese su ubicacion. 

Al dejar Bangkok y con ganas de explorar las costas de la peninsula asiatica, el desolado Eliseo no deja de pensar en su juego de colorear. Varios Ultraman neoprenados [a veces no] de rojo y plata disparando rayos desde el pecho se encuentran en todo el litoral visitado [aun en temporada baja] tanto en oriente como en occidente. No fallan los exigentes [a veces tatuados] Gozdillas contemporaneos en bañador y chancletas ni por supuesto las delicadas Anne Yuri con el cuerpo ensatenado de gris brillante o negro. Incluso se puede disfrutar de un buen ejemplar Gamera de colmillos afilados en pantaloneta. Todos originarios, en la cabeza del joven Eliseo, de Nebula M-78.

Y no importa como o donde los encuentres, siempre existe una linea de horizonte al fondo que les situa inconfundiblemente en el mismo escenario.

domingo, 16 de octubre de 2011

Un nuevo dia

Don Quejote de La Mancha no deja de pensar en su nueva situacion. Huerfano. Don quijote de la Mancha no deja de pensar, que el arbol derrumbado, no oido en medio del bosque, no ha caido. Resigna.

Sherrinford Holmes no cree haber sido burlado en la calle. Sin perverso truco. Sherrinford Holmes no entiende porque hace mas ruido el arbol cayendo que el bosque creciendo. Aguanta.

Samuel Rodriguez de La Fuente y recordando la cita de Tito Maccio Plauto "Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit" [Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro], no comprende al hombre como lobo para el hombre, aunque no conozca quien es el otro. Soporta

Perdido numero uno camina, de nuevo, extraviado sin herramienta y contempla, al ya no tan joven Eliseo, no tan joven. No sabe que decirle. Sobrelleva.

Y solo Kavafis, quizas, dara sentido al suceso acaecido. Adapta.

viernes, 14 de octubre de 2011

Where have all the flowers gone?

Hoy por la mañana, a las 11:36, despues de cruzarnos por el camino con Pascal y Maria [que venian de ver el museo Nacional, y a los que conocimos en el numero dos de Lebuh Pasar Besar], al sur de la vieja estacion de trenes de Kuala Lumpur, alguien subido a una moto, me ha arrancado la camara de las manos. Con la violencia del gesto y ante mi negativa, el aparato se ha partido y me he quedado solo con la lente.

En un instante.

En menos tiempo he comprendido. Tres meses de viaje se desvinculaban de mi imagineria con total impunidad, libres de cargos. La situacion tantas veces evitada se hacia realidad. 3400 disparos. Casi 1300 fotos. Todas las instantaneas desde que Don Quejote recorriera la muralla China hasta que el cazador moderno, por fin, prendiera su presa. Y ha sido la misma sensacion que cuando matan a Roberto Benigni en "La vida es bella".

Nada mas.

Dos niños sentados comiendo una sopa de noodles en la acera frente a la puerta de su casa en una calle de Pingyao al atardecer, el honorable octogenario musulman sentado en el porche de la entrada de la mezquita en un complejo barrio de Xian lloviendo, las terrazas de arroz de Longji desde el mirador de los nueve dragones con el cielo nublado, una mujer vendiendo fruta sentada en luna travesia de Hanoi mientras la luz del sol que se colaba entre las hojas de los arboles hacia brillar las piñas recien peladas, unos gamberretes jugando dentro de la pala de la retroexcavadora en la parada obligada del deslizamiento de tierras camino de Luang Prabang. Un monje laosiano iluminado saliendo de clase por la tarde con fondo de pared encalada en el templo de Siphouttabhath, una anciana mujer mon jemer andando en medio de los campos de arroz con una cesta transportando un pato rodeada de bufalos de agua disfrutando de su entorno, dos criaturas jugando a los barquitos en las inundaciones de Siem Reap. La niña curiosa que sale de casa al escuchar los saludos del resto de la chavaleria camino de los pueblos flotantes en el lago Tonle Sap, el ya no tan joven cocinero del restaurante Hameediyah preparando Murtabak en Georgetown.

Posiblemente, solo se salvarian estos pocos momentos de mi futura criba occidental, pero la sensacion de decepcion ante la perdida me hace pensar en esta experiencia como en una tragedia de dimensiones colosales, la mayor en terminos artisticos de mi vida.

Hace tres meses ninguna de estas imagenes me pertenecia...

...entonces porque me resulta tan dolorosa su perdida.

A catorce de Octubre de dos mil once. Donde han ido todas las flores...?

jueves, 13 de octubre de 2011

Dia festivo

Hoy era dia de embajada. Festivo vaya. En vez de chandal, pantalones de pana y camiseta gris. Treinta y cuatro grados. Aunque es dia de embajada, festivo vaya, no hay visita a la embajada. Ni siquiera un paseito por el consulado. Directos al numero dos de Lebuh Pasar Besar, como buenos forasteros.

Al llegar, con categorica educacion y con respiracion entrecortada, nos ofrecen unas "visa applications" y cordialmente nos piden que rellenemos todos los espacios vacios comodamente sentados a una mesa corrida entapetada de rojo carmesi.

La coloreada y diversa fauna congregada en la planta del nuero dos de la Lebuh Pasar Besar, espera su turno pacientemente. Calma.

Tras veinte minutos, nos dirigimos de nuevo, al mostrador de informacion. Entregamos una fotocopia del pasaporte, un par de fotos y nuestras applications en mayuscula. Con categorica educacion, la descendiente de los Sabah, en el lado oscuro de la fuerza, saca su espada laser. Parece que cuatro grapas son las extrictamente necesarias para evitar que las fotos se extravien. Despues de ocho grapazos y cuando nos disponiamos a unirnos al resto de la manada, sin preguntar, nos comenta que en el noventa y nueve por ciento de los casos, el Alto Comisionado Indio deniega el visado turista al extranjero que no labora o reside en Malasia.

Y medito con pavor, ante la posibilidad de que Dark Vader lea mi mente; "no era mas sencillo ofrecer esta informacion, en el mostrador de informacion, antes de liarnos con los formularios o incluso antes de triturar nuestros retratos".

Menos mal que siempre nos quedara Bangkok.

Por mucho apoyo que muestre a la paracaidista neonlitica en sus creencias, no esta hecha la pana para ser lucida en Kuala Lumpur, y mucho menos si no ha cumplido su cometido. Asi que regresamos a la cueva. Al llegar, probablemente un vastago Sarawat, con extrema meticulosidad pinta de naranja internacional el dormitorio que habitamos, sin sacar los equipajes internacionales y sin mover las camas.

Es mas, mientras lo hacia, un camarada internacional, dormia serenamente respirando los vapores derivados. Y no puedo dejar de meditar con pavor; "no era mas sencillo, dejar una nota, en el mostrador de la entrada, antes de abrir la puerta esta mañana".

Menos mal que siempre nos quedara Bangkok.

domingo, 9 de octubre de 2011

El cazador moderno

Como hominidae sapiens digitalis neonlitico masculino me veo obligado en muchas ocasiones a salir de caza. Normalmente la situacion queda solventada en el super. Hasta el momento ha habido de todo; lujosos supermarkets, [memorables los de Hangzhou, Bangkok o Georgetown], Sabecos a la española [por ejemplo en Siem Reap o Ko Pha Ngan] y tiendas calamitosas [inolvidable Battambang].

Sin embargo en Langkawi me force a conseguir alimento de verdad en vista de las exhuberantes y repletas palmeras. Asi que encamine mis pasos hacia el resort que mejores ejemplares tenia. Otee el horizonte y divise un jardinero encaramado a una escalera recolectando cocos. Otro, con cuidado, los apilaba a un lado del camino.

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Una furgoneta.  Abajo el periscopio. Comienzan a cargar. Levanto la mirada. Finalizan. Suben al vehiculo. Se alejan. Por lo menos la mitad del tesoro. permanece esparcido entre tumbonas y sombrillas. Detras de una hamaca con ruso [la rusa despanpanante esta dandose un agua en el mar], espero el momento perfecto. La camioneta se pierde entre las cabañas del resort y ante la mirada perpleja del sovietico me acerco a mi presa, que no percibe mi presencia.

Me agacho, apoyo las manos en la arena y haciendo exactamente el mismo gesto que el primate al inicio de "2001, una odisea en el espacio" [en mis oidos, simbolicamente, "Asi hablo Zarathustra"] comienzo a golpear el coco con una piedra gruñendo .

Y alli, feliz, volviendo a mis origenes, esperando que un ser superior me ofrezca el raciocinio, algo llama mi atencion.

De un chalete [que no cabaña] del resort salen dos hominidos. Un muchacho de unos treinta con bañador, camiseta de rayas marrones y blancas y chancletas y una chiquilla de otros treinta, aunque no lo tengo muy claro porque avanza totalmente desdibujada de negro. Por supuesto me olvido de mi presa y comienzo a perseguirlos con profundo sigilo.

Curiosidad.

Caminan por la arena. El delante, como a dos metros,. Ella detras. Pasamos frente a varios restaurantes de playa, algunos baretillos con el inevitable Bob Marley tocando "No woman no cry" y los insufribles guiris [no tengo muy clara su nacionalidad] empezando a mamarse. Sigo a cuatro patas intentando no ser descubierto. He dejado de gruñir.

Ella le alcanza y comienzan a hablar. Se dan la mano. Por debajo de la vaporosa tela negra viste pantalones oscuros y unas zapatillas, con la suela muy gruesa, tambien negras.

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Tras cerca de veinticinco minutos paseando, empiezo a sospechar cual es su destino. A lo lejos, distingo unas barcas a motor a las que van unidos unos paracaidas multicolor mediante una maroma. Una delicia. Como mi indiscreccion sapiens va en aumento, a su altura, y sin ningun decoro, miro lo que supongo es el bulto que ocupa su cabeza. No hay apertura para los ojos, que seguro tambien son negros. La tela sera mas fina en esta parte, cavilo.

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Me detengo simulando interes por la actividad, para ver, como el habla con un malayo, que parece controlar el tema del divertimento. Llega a un trato. Parece que la curiosidad cavernicola va a quedar colmada. Pero no.

A camara lenta y con las ultimas percusiones de la Overtura de Strauss atronandome los oidos, la veo calzandose el arnes que va unido directamente a la campana de nylon. Otro malayo, detras, sin ningun tipo de proteccion, se agarra a los hilos y evita que el invento vuele. Le cuchichea algo. Ella, que desde mi punto de vista, ni siente ni padece, le responde. Hace un gesto y el fuera borda comienza la marcha. El moreno contrapeso malayo da un saltito y se sienta sobre una banda de tela deformada y descolorida de tal forma, que ambos quedan suspedidos durante un segundo a escasos metros de la orilla.

Recuperada la posicion de homo erectus los veo elevarse y distingo un ligero y oscuro chillido femenino en la aire.

La naturaleza sabia me recuerda que tengo que alimentar a la manada.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Monkey island

Esta mañana el monzon casi se lleva la isla de La playa.

Mientras, nosotros, mojados y felices huimos de Ko Phi Phi, donde expectantes confiabamos tropezar con Leonardo DiCaprio, el Humphrey Bogart de Casablanca para el aburrido turista neonlitico. Como era de esperar Leo no aparecio.

Como era de esperar a las dos horas de barco, en tierra firme, un tuktuk queria el diezmo por un ridiculo desplazamiento. Nuestra negacion, por primera vez en Tailandia, ha tenido exito y un paisano nos ha subido en su coche, y nos ha transportado hasta Krabi por la mitad de lo tukexigido. No se que conclusion sacar.

La lluvia sigue taladrando.

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Recuerdo que por los museos de Europa era obligado descubrir donde colgaba un cuadro de "Los nenufares". Desde que, con tristeza, China nos abandono, lo mas repetido en todas las paradas costeras que hemos efectuado ha sido el tour de un dia para disfrutar, entre otras cosas, de la isla de los monos [o monkey island en la lengua nativa litoral]. No imagino al turista tan interesado en ver islas enmonadas, o monos enislados. Aunque, quizas, en todas las islas haya simios y siempre resultara mas completo un dia de vacaciones incluyendo primates dando saltitos y comiendo baterias de litio.

En esas estaba [mientras degustaba un plato de arroz con gambas tipico de bolsillos inmaculados], cuando he preguntado por la meteorologia futura, como si habitase un ascensor, a una pareja de hispano_francoguayanes que llevaban un Iparato. Sin poder resistirse y eludiendo mi demanda, me han confesado: "La Duquesa de Alba, por fin, se ha casado".

Imposible no ver la analogia.

lunes, 3 de octubre de 2011

Que le pasa a los neutrinos

Hasta ahora solo conocia al tren que hacia un trayecto entre dos puntos fijos situados a una distancia determinada parando en destinos intermedios donde algunos pasajeros bajaban y subian. Es posible, sin embargo, tropezar con trenes que funcionan al reves, permanecen parados y solo, de vez en cuando, hacen algun tramo. Para que ambos transportes lleguen a tiempo a su destino, sabiendo que entre Bangkok y Chumphon siempre ocurre la misma distancia, sin mucha dificultad [hasta Marty McFly conclusionara], que cuantas mas paradas, mas velocidad tendra que llevar la maquina en los escasos momentos que este en marcha, es decir, mas energia necesitara su condensador de flujo.

Entre tramo y tramo me termino "Los cuadernos de Don Rigoberto" del virtuoso Vargas Llosa y "La mano de Fatima" del estudioso Ildefonso Falcones [que cambiare por "Viaje al mundo en 80 dias", aunque todavia no lo se].

...

Al terminar de escribir en la ultima pagina del libro de Falcones un mensaje al futuro lector, me encuentro con un neutrino muonico de alta intensidad a mi lado [pasillo, no ventana] que andaba algo espeso para llegar al Super Sincroton de Protones de Ginebra. Me comenta la problematica actual al respecto de su velocidad y como no se que responder le digo que todo es relativo, que siempre funciona y no permite replica.

...

En Chumphon y despues de soltar 100 bats a un tuktuk, que tambien es relativo, pagamos otros 400 bats por abordar un barco pescador nocturno de madera de dos pisos [piso de carga inanimado inferior hasta los topes de carga, piso de carga animado superior con 26 tailandeses y 2 europeos, todos ensardinaditos y enlataditos]. Cuando miro el recibo, la fecha estampada es del 30 de octubre de 2554. El neutrino no andaba tan despistado.

Todo es relativo no cabe duda. Basta con inventarse una realidad paralela.

lunes, 26 de septiembre de 2011

El aguila calimochera y otros falconiformes de compañia.

Suenan los timbales de la inmortal composicion de Anton Garcia Abril. Silencio en el salon. El mas pequeño, sentado sobre la alfombra frente al televisor, se termina la cuajada con miel. Golpea repetidamente el interior del vaso de cristal con la cuchara.


TELEVISION ESPAÑOLA
presenta

EL HOMBRE Y LA TIERRA

Guion, comentario
y direccion de la serie:
SAMUEL RODRIGUEZ
DE LA FUENTE

Musica compuesta
y dirigida por
ANTON GARCIA ABRIL

Director realizador
BORJA MORO

EL AGUILA CALIMOCHERA
Y OTROS FALCONIFORMES DE COMPAÑIA


...[Prodigiosa panoramica fija, arrozales totalmente inundados son atravesados por un ceñido camino de tierra, el autobus aparece en la parte derecha de la pantalla y desaparece por el lado izquierdo direccion oeste]...

Durante los ultimos dias del mes de Octubre habiamos viajado por la comoda orilla del lago Tonle Sap. Atras quedaron las ruinas del templo de Bayon en Siem Reap. Por la mañana y despues de esperar las acostumbradas dos horas, antes de la llegada del transporte, partimos direccion Battambang. El monzon sigue sacudiendo el presente.

...[Travelling avant siguiendo al conductor mientras trota, grita y aporrea cristales]... 

A pocos metros de la entrada de la parada de la compañia Paramount Express se puede disfrutar de la vivida danza del maquinista de Tuktuk, palabra aborigen, que alude, no sin sorna, al carruaje privado compuesto por una moto ruinosa y su inseparable remolque destartalado de tubos metalicos como estructura y lonas de plastico como epidermis. Estos bellos correteos, golpeando incansablemente los vidrios de los vehiculos, con pequeños saltitos, tratando de captar turistas, son la perfecta bienvenida para el aventurado que trata de poner el pie en el reino de Cambuya. La perfecta ejecucion en los movimientos y el exquisito plumaje mostrado por el falconiforme accipitrido de compañia solo es superable en belleza al del abejaruco, o Merops apiaster para los hombres de ciencia, del que tantas veces hemos hablado.

Descendemos en calma del autobus siempre sin mediar verbo, ya que cualquier atisbo de duda significaria una agonica muerte a manos del rapaz de compañia pretendiendo su contratacion. Amablamente tiradas en el suelo por los operarios de la compañia quedan nuestras abultadas pertenencias. Las recogemos con improbo esfuerzo, y dirigimos la marcha hacia nuestra morada [reservada por internet] siempre evitando la mirada directa hacia el conductor que espera avido, impaciente, algun indicio de flaqueza mental para originar cualquier tipo de dialogo que conlleve un intercambio economico.

...[Plano subjetivo objetivo, Samuel Rodriguez enseña en su cuaderno de notas de campo las fantasticas acuarelas del colaborador Juan Varela Simo, de los diferentes subordenes de las rapaces cambuyanas]...

A las puertas del hotel se desparraman casi todos los parientes de la familia. Observamos en la acera el clasico tuktuk, detras, escondido, el tuktuk motocicleta para un solo pasajero [la opcion mas economica], disfrutamos del aerodinamico perfil del cada vez mas popular tuktuk sidecar y oimos pasar titubeante al tuktuk minivan, con, quizas, nueve o diez cautivos. A nuestras mentes llegan las imagenes matinales, en el camino, de la clasica mula mecanica con remolque de madera de dos ruedas y el hermano mayor, el camion tuktuk, que por no llevar cubierta, convierte cada paseo monzonico, en una verdadera ruleta rusa.

El conductor de tuktuk relajado y conocedor del terreno en que anida, siempre conchabado con el dueño del hotel, hostel, guesthouse o alojamiento solicitado, guiara al infeliz turista hasta su habitacion para tratar de arrancar informacion al respecto de sus futuros movimientos, planes, intereses, deseos, anhelos. No aprecia las tres dimensiones, ni reconoce los colores. La rapaz solo ve un billete plano que se mueve y balbucea palabras de las que solo conoce el significado en kilometros que convierte con disparatadas formulas en dolares.

...[Grafico demostrativo]...

En epocas ancestrales el accipitrido de compañia debia ocupar la cuspide de una piramide ecologica perfectamente equilibrada en su base, conocida por los ecologos con el nombre de estrato de los productores. Agricultores, ganaderos, pescadores, kmeres en general y algunos moradores de regiones vecinas debian proporcionar adecuado alimento a los fitofagos salvajes, hoteles y restaurantes. Estos, lo cedian a los predadores, barcas y otros transportes acuaticos, a los superpredadores, autobuses y medios de transporte terrestres, y a los necrofagos [ciertos catartidos tuktukianos]. Pero el turista neonlitico ocasiono drasticos cambios en la comunidad zoologica primitiva; sustituyo los fitofagos salvajes por ganaderia domestica [alojamientos de batalla] y elimino practicamente a los predadores y superpredadores. Tanto el accipitrido como el pandionido pasaron a depender exclusivamente del turista [y algun ocasional portamochila], pero mas tarde la maquinaria [guesthouses y hostels] sustituye a las bestias de labor y la ganaderia se estabula. El medio cambia dramaticamente, el piloto de tuktuk esta abocado a la muerte por hambre, salvo en unos pocos lugares donde persisten patrimonios heredados, donde quedan ruinas, templos, paisajes naturales y todo tipo de actividades para el descanso y disfrute del visitante, donde el voraz ave de compañia depende nuevamente de un superdepredador, en este caso, el joveno mochilero.

La similitud entre las rapaces diurnas, falconiformes, y las nocturnas, estrigiformes, capaces de ofrecerte cualquier tipo de sustancia opiacea o de laboratorio a cualquier intempestiva hora ademas de un paseo, se origina a traves de la denominada convergencia evolutiva, animales filogeneticamente distantes ecoevolucionan de forma similar por tener la misma alimentacion y ocupar un espacio comun dentro de un ecoecosistema.

...[Travelling retro del macho Alfa tumbado en una hamaca verde y amarilla fijada dentro del remolque de una maquina infernal azul]...

Recreemonos contemplando la audacia en los pasos de este magnifico ejemplar adulto al inicio de la escalinata que llega hasta el templo de Phnom Banan. Que riqueza en la coreografia. Que osadia en la accion. Eso si, sin exagerar los divertimentos, como gustaba a Noverre.

...[Fundido en negro]...

lunes, 19 de septiembre de 2011

El regreso de Sherrinford Holmes.

El intelectualmente bullicioso Sherrinford Holmes renta una bicicleta de paseo, necesitando un descanso de la sorpresa cronica que supone visitar tres dias los templos de Angkor. La idea es compartida por Watson, aunque matizada en su preferencia por un mecanismo de montaña mas acorde a las sendas que recorren las cercanias de Seam Reap. Los intereses compartidos convierten la singularidad del pueblo flotante de Kampong Phulk en un destino prioritario.

Holmes considera hacer el trayecto despues de desayunar su panceta con huevos y judias estofadas, tomando una pequeña colacion en el mercado de Roluos sin desmontar del caballo, tras un par de horas, llegar al embarcadero, y alli tratar con algun pescador la visita al pueblo en barca.

A las 11:35 ante meridian, segun el horario previsto, mientras Sherrinford encadena las dos bicicletas, Watson, despues de encontrar la ventanilla en el inesperado y organizado embarcadero, obtiene alguna informacion. La entrada al pueblo supone dos dolares, el bote de ocho plazas con patron treinta y cinco... por dia y por persona. La posibilidad de negociar con un paisano queda descartada porque tanto Holmes con Watson desayunan las consabidas judias estofadas. Prisioneros de su patria.

Ante la eventualidad, resuelven beber algo de agua refugiados bajo la uralita del embarcadero. El Doctor John M. Watson come cacahuetes cambujadeses. Delante, se extiende la orilla del tonle Sap donde descansan amontonadas unas sesenta barcas. Dos turbados turistas, urgentemente bajados de un minibus, postpago religioso de lo demandado, asaltan una embarcacion.

Recuperadas las fuerzas y comprobado que no existe viavilidad en la consecucion del proposito de forma economica, deciden retornar por un camino paralelo a la carretera principal. Watson ordena las monturas, mientras Holmes escudriña por la zona, el emplazamiento donde los residentes atracan sus barcas, sin mucho exito. No hay escapatoria para el viajero de bolsillos virginales.

...

En la ciudad y apremiados por la necesidad de respuestas, acuden al punto de informacion turistica [aunque descubren que realmente es una agencia de viajes]. La replica ante el desconcierto economico es rotunda. "Ecoturismo!!!" profiere camboya al otro lado de la mesa, simulando a William Wallace.

Con aire preocupado como pose, el escandalizado Sherrinford Holmes se cuela en el primer internet cafe que encuentra abierto. Se acomoda delante de un computador y sondea en la red cualquier rastro de informacion que haga referencia al termino. Arquea las dos cejas [incapaz de hacerlo con una], mientras descubre que al respecto existen hasta siete componentes y siete principios que deben regir al genuino ecoturismo [y si esta escrito en internet es verdad]. La sorpresa cronica que padece se agrava ante la ingenuidad de la revelacion.

John Hamish Watson sentado a su lado sigue la investigacion. Abrumado, no entiende como alquilar una bicicleta o contratar a un pescador local con un bote de remos es menos ecobioturistico que usar un minibus o una embarcacion de ocho plazas a motor, agravado el hecho, con la venia ilustrisima señoria, de no ir ninguno de los dos medios de transporte lleno.

Y como el canon holmesiano lo merece [aunque innecesario en este caso], Sherrinford Holmes contesta a su inseparable; "Interesante aunque elemental, la palabra se usa para subir el coste hasta estandares cobrados en paises desarrollados sin que detras de ella haya un verdadero enfoque ecologico. El unico enfoque interesante en Siem Reap es el ecoNOMICO [se olvida añadir]."

martes, 13 de septiembre de 2011

El turista neonlitico encuentra a Jackie Chang

Se presento como Jackie Chan. Pantalones vaqueros azules hasta los sobacos y camisa blanca impoluta sin abotonar a la altura del pecho. Pelo largo recien tintado y dos pendientes de aro con brillantes en la oreja izquierda. Guia turistico. Lo mismo te ilustra con las peripecias de los Vietcong que te explica como se comercia en el mercado flotante de Can Tho. Hombre polivalente donde los haya, nacido para contar.

Y no paro. No paro la hora larga que duro el trayecto hasta los tuneles de Cu chi. No paro durante las tres horas de visita y no paro al mobil, en el autobus de vuelta. Antecedentes personales, vida familiar, tareas desarolladas, vida futura, sueños sin realizar y objetivos logrados, curriculum completo. Sin detenerse.

Y como no podia ser de otra forma, el amigo habia combatido en la guerra. Del lado americano, traductor.

Primer protagonista del conflicto en dos semanas en el pais, extraño. Se disculpo por su obligada eleccion de bandera [adjetivo que nunca entendimos los presentes], muy extraño. Y declaro un profundo respeto por la tropas del Frente Nacional de Liberacion, insolito. De fondo, los balazos de los M16 y AK42 gatillados por el turismo, amenizaban la charla. Un dolar, una bala, muy estupido.

En un momento de la visita, ya muy calientes con las historias relatadas, Mr Chang nos descubre una trampa [en todos los sentidos]. Un sencillo mecanismo infantil; una tabla en el suelo, atravesada por un eje en el punto medio del lado mayor, que gira. Si la pisas, te precipitas sobre doce picas de bambu hincadas a dos metros de profundidad. El extasis opiaceo de Jackie: "Cai en una de estas trampas, pero escape". Mezclado con LSD clama impasible: "Soy un superviviente".

...

Por supuesto el publico enfervorecido quiso saber como, de que forma, con que sortilegio del destino, pudo escapar de semejante aprieto.

Con la naturalidad alarmante del que ha historieteado el cuento mil veces, aclaro que dos charlies habian usado el mecanismo antes que el y no habian sido retirados a tiempo para su normal funcionamiento.

...

...

Al dia siguiente, camino de Can Tho [en el delta del Mekong], oxidados los oidos con las historias del traductor, mientras observaba a ambos lados de la carretera, cientos de diminutas islas cementerio entre los campos recien cosechados de arroz, seguia preguntandome si Jackie Chang realmente habia caido en el foso o, si solo era, otra historieta con que explimir el cerebro al turista deseoso de experiencias que no pertenecen a su tiempo.

sábado, 3 de septiembre de 2011

A perfect day.

Vang Vieng. Cuarto dia Laotiano, 18:37.

Muy pronto por la mañana alquilan dos velocipedos talla niño [a 1 euro cada una]. Muy tarde por la tarde [aunque todavia de dia] se pincha una rueda y la cadena se destensa en uno de los aparatos. Alrededor solo vacas, algo parecido a bufalos, gallinas, gansos, algun pato, perros y ningun gato. Monjes budistas, rapados, enchancletados, ennaranjados regresan al monasterio cercano. Mujeres trabajan en los campos de arroz. Solo restan por recorrer seis kilometros de los cuarenta y tres totales que forman el tour. Atras quedaron rios que atravesar, barrizales que cruzar, hordas de mosquitos que aplastar, puentes que evitar y seis [quizas siete] pueblos del Laos profundo [sin fondo] que documentar [parecia que no habian visto a un flacobarbudopeludosincamisetaychandal en sus vidas, que alborotos].

Extraviado number one: Y ahora que hacemos?
Extraviada numero due: Pues andar.

Empieza a llover torrencialmente.


Ban Kong Lo. Septimo dia Laotiano, 09:12.

Muy pronto por la mañana se acercan a la entrada del parque natural donde se esconde la visitable cueva de siete kilometros de longitud de Kong Lo. Han dormido en una casa de madera en un poblado Laotiano [sin asfalto, sin cañerias, sin trono, con abuela, con rio, con una extensa lista de animales comestibles de mas de dos kilos y con otra extensa lista de invertebrados capaces de transmitir cualquier afeccion y si se sintonizan bien hasta la CNN]. Un rio subterraneo atraviesa la cueva. Indispensable una canoa con motor y marinero [8 euros paquete completo]. Siete kilometros ida, siete kilometros vuelta. Muy pronto por la mañana [pero muy oscuro dentro], impresionados por la cueva, no advierten el sigilo del motor. Fallecido a tres kilometros de la salidaentrada.

Marinero: [... ... ... ... ...] dice metiendo la mano en el agua como si fuera una pala...
Extraviado number one: Y que hacemos ahora?
Extraviada numero due: Pues remar.

En una hora comprobamos que en el exterior chispea sutilmente.


Pakse. Noveno dia Laotiano, 14:56.

Hace años una amigo de extraviado number one, ya advirtio al mundo de su falta de coordinacion delante de una canasta [y por ende en otras muchas actividades]. Con esta premisa muy pronto por la mañana alquilan una vespa [4 euros sin gasolina] con el objetivo de visitar Vat Phou. El ciclomotor arrendado ni con oxido nitroso alcanzaria los 45 kilometros hora. Muy pronto por la tarde [sol radiante], despues de governar la poderosa por la avenida principal de la ciudad dando bandazos de lado a lado, regatear politicamente con toda la policia dispuesta en los dos semaforos [unicos en toda la urbe] previamente obviados y alcanzar tras dos horas de triste [muy triste] manejo, Champasak [de nuevo, lo mas profundo del profundo Laos, pero lo mas cercano del preciado patrimonio de la humanidad], la rebautizada se va apagando, como esa vela que a falta de cera no tiene combustible que consumir, y poco a poco se extingue.

Extraviado number one: Y ahora que hacemos?
Extraviada numero due: Pues empujar.

A lo lejos se escuchan los estertores del moribundo cielo. El destino se aproxima. Como el ocio esta muy presente en lo cotidiano del pais, son inspeccionados por los amables y divertidos habitantes del lugar durante la hora que dura su peregrinacion.
Un chiquillo no mas alto que el muerto arrastrado se acerca, gira una pieza situada en un lugar lejano y complicado, y resucita a la poderosa.

Hace tiempo que el cielo descargaba su preciado mana.

viernes, 2 de septiembre de 2011

El autobus rompe la mañana

El autobus rompe la mañana.
Impermeable a nuestra presencia, continua durmiendo.
Ella se levanta.
Se encorva.
Con un habilidoso giro de muñeca lo acomoda en su espalda.
Todavia dormido, voltea la cabeza hacia la izquierda.
Cubre al niño con un paño
Desliza un extremo por su hombro derecho.
El otro, por debajo de su brazo izquierdo.
Permanece encorvada.
Anuda las dos puntas.
Unos pies asoman del saco formado por la tela.
Los diminutos brazos abrazan su cuello.
Se yergue.
Observa.
Sonrie.
Se gira y camina con cuidado de no pisar los bultos del resto de pasajeros.
Se apean del transporte.
El autobus dinamita la tarde.

domingo, 28 de agosto de 2011

Sin probar las patas de gallina

No sabes como, pero junto con otros veinte guiris estas en medio de un nudo de comunicaciones de tres alturas en Hanoi, plena autopista. Aunque si lo sabes, hemos sido abandonados aqui por el minibus que nos tenia que dejar en la estacion sur. Imaginas que por comodidad en el intercambio. Son las 5:38 de la tarde y deberiamos estar quemando kilometros direccion Luang Prabang.

Cincuenta y tres minutos despues aparece algo asi como el hijo bastardo del Halcon Milenario y el De lorean, con pantallas de leds parpadeantes de colores en todas las ventanas anunciando la ciudad final y las trece o diecisiete paradas intermedias. La comunidad se disuelve y una de las mitades sube con la esperanza de llegar al destino en veintidos horas. Dentro de la maquina hay veinticuatro camas, en filas de cuatro, con un pasillo central. Debajo, a nivel del piso hay colchonetas de yoga para aquellos pasajeros que no hacen la ruta completa. Los conductores no tienen en nada en comun con Han Solo aunque me recuerdan algo a Chewbacca. Va a ser un recorrido muy largo. Pero ni olfateo remotamente la realidad, empiezan ocho trepidantes horas de musica techno sazonada con piezas hardcore y jungle, tocando la bocina sin cesar [me temo que detras hay un lenguaje secreto que no comprendo], a toda pastilla, por las autovias Vietnamitas.

Hace una semana que Don Quijote se recupero de su locura y solo tengo a mano "La soledad de los numeros primos" que encontre in extremis en Hanoi. El suicidio empieza a parecerme mi unico recurso.

Cuando uno de los Chewbacca decide que es hora de dormir, suprime la musica, pero no apaga las luces [ni las de dentro ni las de fuera], su espiritu techno sigue vivo. El dia ha sido muy largo y aunque me viene a la memoria la visita a la momia de Ho Chi Minh [extremadamente parecida a la Lenin] me quedo sopinstant al instante.

Durmiendo...

El piloto de la astronave abandona su letargo y decide darnos los buenos dias con los exitos [siempre de su musica preferida] vietnamitas mas destacados del momento, se siente bien, y aunque la presente carretera es insospechadamentesubdesarrollada [todo junto] la velocidad de crucero de la nave aumenta vertiginosamente. El claxon no para de rugir ante el mejor paisaje posible; casas sobre pilotes de madera acompañando la pista, cerramientos de cortezas de caña trenzados y cubiertas vegetales a dos aguas con porche, al fondo las montañas recortan el horizonte en capas de diferente densidad, el sol se refleja en el rio timidamente.

Lo mas sencillo es cruzar la frontera. Solo hay que pagar. Cuando se trata de cobrar la agilidad de los hijos de Pathet Lao es diligente. Sorprendente.

En Laos, el panorama es similar, las construcciones siguen el mismo patron, la pista no empeora y el gentio muestra semejantes rasgos. El otro Chewbacca considera que es hora de reanudar las sanas costumbres y de nuevo nos revienta los recuperados timpanos con su sensibilidad musical. Menos mal que queda poco para terminar mi impuesto castigo literario. Suicidio.

En la disco solo quedan una pareja de chicas muy jovenes de Inglaterra, Gabriel con su sombrero mexicano rosa, violeta, amarillo, y verde, tambien muy joven y tambien de Inglaterra. Min, una china ya mayor, Pin, un chino que fabrica flautas y un vietnamita que se ha pasado todo el periplo escribiendo y dibujando en posicion de loto, espero, disfrutando del repertorio musical.

A media tarde, como a las cuatro, cuando en nuestras occidentales mentes el fin parecia proximo, el piloto despues de hablar con un policia, estaciona y detiene el vehiculo a un lado de la carretera, detras de una camioneta con pollos, gallinas, pavos y cualquier tipo de ave comestible en jaulas semiesfericas de cañizo.

A unos dos kilometros en una curva muy cerrada, la carretera, debido a un desprendimiento, ha desaparecido. Cientos de personas en peregrinacion, con animales, motos, cajas, bolsas, niños, ancianos y demas enseres suben a lo alto de la montaña para bordear la brecha, con el objetivo de no esperar las veinte horas que se oye, se necesitan para habilitar el firme de nuevo.

A ambos lados del agujero [o muestra de la insensatez del demiurgo que ideo la carretera] se ha creado un reducido pueblo. Puedes comer maiz hervido, patas de autentica gallina del pais y diversos snacks de lo mas apetecible. Puedes jugar a las damas con chapas de botellas y lo mejor de todo, universal, puedes dirigir y coordinar con un grupo de Laotianos los trabajos de las cuatro maquinas retroexcavadoras que trabajan sin descanso solventando el destrozo... y si, te sientes como en casa despues de cinco meses.

El sol se esconde tras la ladera [esta vez sin reflejarse en el rio], la camara pide mas apertura de diafragma, no queda nada por hacer en medio del agujero de la nada. Comienza nuestra peregrinacion. La travesia es muy resbaladiza. La tierra es arcillosa y poco compacta. Increible la facilidad con que los lugareños corren sobre el terreno. Al otro lado, camionetas y conductor, siempre con olfato dolaresco, esperan el goteo de turistas que se resisten a pasar otra noche en medio de todo el agujero.

Se crea una alianza, 30.000 Kips hasta Luang Prabang.

Comienza la nueva peregrinacion. Lo que antes era sencillo al subir, ahora se torna peligroso al bajar. La multitud sigue corriendo. Equipaje al hombro. Recomiendo a la plantilla del autobus [siempre en español] que deje su trabajo tras despedirme. Comienza la peregrinacion hacia la salvacion. La travesia sin luz sigue siendo resbaladiza. No se ve nada. Algunos lugareños con linternas señalan los puntos mas peligrosos para evitar incidentes.

Como era de esperar, y tras una hora para desandar y andar el camino, el contacto no nos espera al otro lado. Sin embargo otra camioneta y conductor, con olfato mas dolaresco, si que aguarda a la ultima hornada de guiris. La nueva alianza, 50.000 Kips hasta Luang Prabang. Sabe que tiene el poder y nosotros tambien. Lo que no sabemos es que el trayecto durara tres horas. Tres horas por camino forestal, en la batea de una camioneta, sin sol que caliente, ni patas de gallina que llevarnos a la boca.

Lo que el no sabe es que la via lactea con todas las luces apagadas es lactea de verdad, y no de soja como en occidente, sino de leche de verdad. Un regalo.

Treinta y dos horas para recorrer casi 700 kilometros.

Y como solo hay una carretera decente entre las principales ciudades de Laos, tres jornadas despues, alli estabamos de nuevo comprobando y revisando la evolucion de los trabajos. En el mismo agujero en medio de la absoluta y hermosa nada.

Esta vez para 237 kilomteros solo invertimos once horas.