Páginas

martes, 12 de julio de 2011

El archivo de Sherrinford Holmes

Sherrinford Holmes lleva mas de dos semanas preocupado por la falta de verbosidad de su inseparable amigo, y confidente, Dr. Watson. Le parece, que desde hace unos dias algo ronda su cabeza y no sabe exactamente que es, aunque con su habitual perspicacia asocia esta situacion a cierta botella a la que constantemente hace referencia su camarada.

El recipiente en cuestion, se halla en el primer peldaño de un tramo de tres. Y lleva alli, 13 dias, sin que nadie lo toque, en la misma posicion, chispee, diluvie o granice. Aunque en Tokio, precisamente en esta epoca del año, el envase tiene mas posibilidades de fundirse que de mojarse.

Sherrinford tratando de sonsacar la informacion a su incondicional decide preguntarle abiertamente que sucede. Watson [aun enfadado porque su biotip en el cine ha sido encarnado por Jude Law] despues de tantos dias intentando resolver el dilema, se confiesa, abrumado ante su incapacidad, y para ello, guia a Holmes hasta el lugar de la fechoria. Comenta.

Las dos ultimas semanas ha estado tropezandose con la misma botella de plastico de dos litros en el mismo peldaño, del mismo tramo de escaleras del condomio de la residencia de huespedes que ocupan. Despues de haber analizado [en las dificiles y largas noches, gracias al fino futon en el que duerme] la situacion japonesa, no halla solucion al porque de la acinesia de la botella.

La primera premisa que examino y que comenta con Holmes, se refiere al deficit de papeleras que paran por las calles Tokiotas. Retiradas en el 95, por las autoridades competentes debido, segun sus informadores, al intento terrotista con gas Sarin. Sin papeleras hay menos riesgo de ataque terrotista. Solo al lado de las maquinas expendedoras de bebidas refrescantes hay pequeñas cubetas, con diminutas aperturas [del exacto tamaño] para el deposito del recipiente del, y solo del, liquido consumido. Raro.

Directamente vinculado a esta curiosa situacion es otra medida tomada, por la de nuevo, autoridad competente de la ciudad, de solo recoger determinado tipo de basura, unicamente, durante dias establecidos de la semana. Los desperdicios se limpian y almacenan en las minusculas viviendas hasta el dia señalado. Once tipos de basura divididos entre los dias de la semana. Sin comentarios al respecto.

La tercera premisa revisada, es la referida al manejo, por el carril de la izquierda, de los vehiculos a motor [como en la England querida]. Herencia segun sus informes, de la tradicion samurai de llevar la catana en el costado izquierdo para poder con la mano derecha, usarla en caso defensivo. Extraño comportamiento contra la norma humana [como en la England querida], aunque muy extendido en los albores de la humanidad. Normal tradicion.

La cuarta situacion considerada alude a un hecho singular; cuando un japones toma el metro, no habla con nadie para no molestar. Ni siquiera con la comparsa con la que en ese momento se tercia. Es un hecho, despues de consumir tantos tubos y descifrar los dibujos alusivos al respecto [que se exhiben en cada vagon], el mismo ha llegado a esta deduccion sin necesidad de ayuda exterior. Curioso cuando menos.

El ultimo y no por ello menos significativo hecho investigado, [confirmado por sus asistentes] comprobado por el mismo haciendo la prueba de dejar un parasol durante seis dias en una esquina de un pasillo: la ciudadania neoliberal japonesa no coge lo que no es suyo bajo ningun concepto. Jamas. Nunca. Inverosimil.

Con todos estos referentes el Dr. John H. Watson estima extraño que la botella siga en el mismo rincon durante 13 dias. Que valor o accion deberia primar ante esta eventualidad que desbarata la perfecta perfeccion japonesa; tradicion samurai, respeto al projimo y a sus pertenencias, reciclaje, limpieza, seppuku...? Con que herramienta resolveran este desaguisado mayusculo?, cual es la mas logica cadena de acontecimientos logicos para que la ilogica botella finalmente desaparezca del ilogico peldaño?

Watson prevee otra larga noche dilucidando la solucion, peor que en Maiwand.

Sherrinford, felizmente nacido y crecido en Londres, coge la botella, quita el tapon, la estruja hasta quitarle el aire interior, vuelve a poner el tapon e introduce el amasijo resultante en la cubeta de la maquina expendedora situada a la entrada del condominio.

Interesante, aunque elemental querido Watson, solo hace falta perspectiva occidental, dice sarcasticamente.

miércoles, 6 de julio de 2011

97 segundos

Si estas mas de 97 segundos con un mapa en la mano, ojeando el menu de un local, curioseando las peliculas de algun cine, intentando entender el metro... las liado parda.

Ayer, pronto por la mañana, teniamos previsto recorrer, dando un paseo, el barrio de Ebisu en Tokio. El barrio no es espectacular, aunque resulta atractivo para un exotico occidental, por su exotismo oriental. Salimos del metro con la determinacion de, una vez vista la zona, acudir al museo de fotografia de Tokio, que esta dentro del jardin de Yebisu. El jardin japones de Japon [por lo menos los diecisiete que hemos visto] no es un jardin de arena blanca con tres piedras y un rastrillo... es muy parecido, para un desconocedor del busdismo mahayana, a nuestros jardines corrientes y molientes.

Cuando llevabamos tres minutos caminando, tranquilamente, camaras en mano, mirada atenta, se nos ocurrio sacar el mapa del barrio, para orientarnos un momento, por disfrutar de un pequeño mercado que sabiamos, habia por las cercanias.

Por supuesto eso supuso una rotura en el continuo espacio tiempo. Al momento como si Matrix hubiese encontrado el fallo, aparecio una japonesa morena [posible agente Smith], madre de una criatura, que iba a recibir un masaje, porque de llevar al niño en brazos todo el dia le dolia la espalda, que habia vivido entre Nueva York y Londres doce años y que nunca hubiera pensado que se iba a casar con un japones y vivir en Tokio... Total que sin ver absolutamente nada nos llevo hasta la puerta del museo de fotografia, que solo estaba a veinticinco minutos, porque en un momento de la conversacion lo habiamos comentado.

Eso si, sin cambiar de dia, por la noche tardamos una hora y media en hacer dos paradas de la linea de metro roja, porque en Tokio el metro puede ser express. Y te subes a la linea que llevas usando una semana a una hora poco corriente y te deja expressmente al otro lado de la ciudad sin darte cuenta.

Y ponte a preguntar en ingles... porque la vuelves a liar parda, directo a la central de Fukushima.

sábado, 2 de julio de 2011

Tokio; por supuesto, Lost in translation

Si tienes la mala idea de pararte en una calle de Tokio a cualquier hora del dia, es decir, con luz o sin luz [por lo del terremoto, se procura ahorrar electricidad]. O si tienes la desafortunada idea de mirar cualquier escaparate, o quizas un cartel, y ya no digamos un mapa... o, imaginate que miras el menu en la puerta de entrada de algun puesto de comida [lo de comer en un restaurante en Tokio no es asumible por el vulgo]... la cagaste Burt, la cagaste... has creado un agujero negro en su mundo. Se desmorona su ancestral cultura. Matrix tiene un fallo. Hay que subsanarlo como sea. Llamen a Neo, a Gandalf, al maestro Yoda...

Te tienen que ayudar.

Que significa exactamente que te tienen que ayudar?

Hoy estaba comprando una sandia [tamaño mini], fresquita para desayunar y se me ha ocurrido pararme dos segundos con la sandia en la mano delante de la puerta del mercado mirando alguna cosilla que me pudiera interesar... de la nada aparece el policia amigo [parecido a Miyagui, de Karate Kid, 70 años, no tengo muy calra la edad de jubilacion] observandome preocupado.

Ha empezado a hablar en perfecto japones.

Me mira, mira la sandia, me vuelve a mirar, me guina un ojo, me mira, se pone la mano tapandose la boca y sigue hablando su perfecto japones... mientras yo en perfecto español, que no castellano, le digo que no entiendo nada. Como no se quedaba tranquilo ha entrado en la tienda ha señalado una sandia enorme partida en cuatro trozos y me ha vuelto a guiñar el ojo. Como no me ha visto muy convencido ha usado una de las ocho expresiones faciales comunes a todo mortal, cara sonriente, y ha seguido destrozando mi espiritu zen matutino. Al segundo por supuesto he dejado mi pequeña, y horrible ya, sandia en su correspondiente y exacto lugar y he cogido una de las cuatro piezas que el me señalaba.

Que remedio.

Me podia estar queriendo decir que comprara un yogurt, pero creo que se ha quedado tranquilo.

Si en Paris fue dificil encontrar un internet, hemos conseguido hacerlo aun mas dificil, y en Tokio; una de las capitales tecnologicas mundiales, seguimos sin conexion. Asi que nos hemos metido en la tienda Apple de Tokio y aqui andamos revisando el correo, rodeados de la densidad mas grande de turistas de toda la ciudad, escuchando a los Beatles y a Bob Marley, representantes sin igual de la cultura musical japonesa.

Que remedio.