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lunes, 28 de noviembre de 2011

David Blaine en Yangon. Cronicas Myanmanas I [13_11_2011]

Despued de repasar concienzudamente el futuro simple ingles en la gramatica vienesa y no tener muy claro si profundizar mas en las misteriosas formas venideras decidio encender la television que habia en la habitacion del hostal. Por casualidad la cadena que quedaba del ultimo residente era la AXN-asia y para su disfrute habia un gran hermado asiatico. A priori no parecia muy interesante pero le dio una oportunidad ya que hablaban en ingles y no sabia cambiar de canal en ninguno de los dos mandos abandonados en la mesilla a tal efecto.

El gran hermano del Thai boxing, literal. Doce o catorce jovenes [no jovenas] de diversas nacionalidades entrenan durante varios meses y una vez a la semana se lian a patadas despues de elegir a los contendientes de forma no muy clara. Cada episodio consta de varios minutos sobre convivencia, entrenamiento y filosofia, y en otros tantos se desarrolla el pugilato. Todo en ingles.

Despues de la escasa media hora y con la mirada en el despertador estimo oportuno darse el homenaje de esperar al siguiente programa. Revelador... David Blaine. Y descubrio el rejuvenecido mundo de la magia. Tambien en ingles. Un figura capaz, en cuarenta minutos, de revitalizar cualquiera de los mas conocidos trucos. Adivinar un pensamiento, levitar en la calle o atravesar un cristal con la mano era arte en presencia de la presencia del presente David.

La mirada a la alarma no era casual, al dia siguiente volaba hacia Myanmar. Con la cabeza atontada por el ingles cogio su ultima conquista, "El rio que nos lleva" [de Jose Luis Sampedro] y olvido a Casimiro.

La cantidad de informacion al respecto del cambio de divisa en Myanmar es desmedida. Guias, blogs y bitacoras dan todo tipo de consejos al respecto. Billetes impolutos de 100 o 50 dolares, no manchados, no doblados, no olidos, no comidos... perfectos. Cambiar en los hostales u hoteles, evitar el mercado negro. Si se elige la opcion oscura ser precavido, mostrar solo un billete como ejemplo y en caso de complicaciones revisar el papel devuelto por si se han caido algunos ceros. Teniendo en cuenta que por la cara de Benjamin ofrecen ochenta perfiles de un perrogato birmano, cuenta con cuidado, aun en medio de la calle, el amontonado, evitando falsos dobleces.

Con todos los consejos, incluyendo un texto [en ingles] en el corcho de la recepcion del hostel sobre el timo de la estampita, partieron emocionados hacia la esperada zona de cambio. La densamente destrozada arquitectura colonial anglosajona que brinda la ciudad, con sus verdes, azules, amarillos y rojos apagados y descascarillados es una fiesta en sus arquiectonicas cabezas. Todos los decadentes alzados estan poblados de balaustradas, parabolicas, cables telefonicos, celosias, rejerias, macetas, tendederos, maquinas acondicionadoras, parasoles inverosimiles, suciedad. Finos cordeles permiten recoger el correo desde el balcon o el mirador. Que ingenio. El emparrilado urbano formado por altruistas avenidas paralelas y generosas perpendiculares no permite el despiste, ni la perspectiva.

Cuando el sol esta en lo mas alto y funde los circuitos arrivan a la iluminada zona. Todo parece tranquilo. Puestos de comida callejeros no tan apetitosos. Varios ruidosos autobuses que pasaron la juventud a mediados de los cincuenta y timidos intentos de contacto. Sin agobios. Comprobadas algunas cifras, se dirigen al personal no autorizado mas convincente. Los no trajeados gerentes del negocio conducen a perdido number one y perdida number two hasta su "tea shop" y piden paciencia. Pasan varios minutos observando la fauna inscrita y circunscrita sobre el asfalto de la estrecha peatonal donde queda sito el "establecimiento". "Efectivamente" dice uno de los perdidos. "Un ti sop". Una mujer a tres metros, en un carrito con ruedas calienta imbebibles. Mesas de guarderia con sus taburetes plasticos a juego sirven de mobiliario. Dos parasoles rojos de conocida marca carbonatada birmana tamizan la luz y evitan el colapso intelectual [por algunos momentos perdido number one piensa que esta dentro del mostrador de una carniceria con ironia].

Y aparece [deus ex machina] David Blaine. Propone algo menos de lo anteriormente tratado, pero no importuna al auditorio. Del bolsillo izquierdo hace aparecer una calculadora, en la mano derecha lleva cuatro desconcertantes fajos de billetes de mil [de curso legal]. Lo pensado era canjear seis o siete Ulisses S. Grant por trescientos algo del pais. Con tranquilidad segun lo recomendado, el publico asistente al evento revisa los gruesos paralelepipedos axfisiados por una goma. Con tranquilidad cuentan y con tranquilidad comentan la situacion. Deivit una vez que ve caras de felicidad en las jetas de la concurrencia pide ver los dolares [mientras de una forma natural se hace con su tesoro birmano] y uno de los perdidos ofrece en forma de abanico siete billetes de cincuenta. Blaine da unos toques magicos y encuentra un error en la numeracion de uno de los Ulisses ofrecidos. Ante tal ofensa empiezan a desfilar el resto de papeles [los espectadores asumen que su cultura y vivencias occidentales estan por encima de la habilidad del trilero] que va rechazando por desconocidas razones. En sus astutas manos, ya cohabitan diez o doce, quien sabe. Sin desencolar la mirada de la mano derecha del mago, perdido number one nota que la densidad verde es menor de lo supuesto ante el despliegue economico efectuado [no obstante es solo una intuicion], aunque por razones morales estudiadas y aprendidas en los Padres Escolapios, asume que el mundo que le rodea jamas querria engañarle, asi que evita mancillar el honor del prestidigitador presente, por no ofenderle.

...

Perdido number one y perdida numer two, algo maravillados, deciden volver al hostal para comprobar si despues del espectaculo de ilusionismo [de ilusos, no de ilusion] el billete [que se estima desaparecido] aparece por magica formula en la habitacion [como parte del truco]. Prodigioso que despues de la representacion los perdidos sigan tan perdidos.

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La funcion se repite todos los dias durante el mes de Noviembre en Sule Paya entre las doce y las dos del mediodia. Reservar con antelacion que las entradas empiezan a escasear, ya que el gobierno pensante contabiliza las grandes perdidas que supone el cambio de divisa ilegal.

1 comentario:

  1. Felicidades compañero José Eliseo!!!!!!!!!!!!
    En cuanto vuelvas a la dura realidad podríamos celebrarlo ¿¿con un batido??

    Un abrazo

    JORGE

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