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martes, 13 de septiembre de 2011

El turista neonlitico encuentra a Jackie Chang

Se presento como Jackie Chan. Pantalones vaqueros azules hasta los sobacos y camisa blanca impoluta sin abotonar a la altura del pecho. Pelo largo recien tintado y dos pendientes de aro con brillantes en la oreja izquierda. Guia turistico. Lo mismo te ilustra con las peripecias de los Vietcong que te explica como se comercia en el mercado flotante de Can Tho. Hombre polivalente donde los haya, nacido para contar.

Y no paro. No paro la hora larga que duro el trayecto hasta los tuneles de Cu chi. No paro durante las tres horas de visita y no paro al mobil, en el autobus de vuelta. Antecedentes personales, vida familiar, tareas desarolladas, vida futura, sueños sin realizar y objetivos logrados, curriculum completo. Sin detenerse.

Y como no podia ser de otra forma, el amigo habia combatido en la guerra. Del lado americano, traductor.

Primer protagonista del conflicto en dos semanas en el pais, extraño. Se disculpo por su obligada eleccion de bandera [adjetivo que nunca entendimos los presentes], muy extraño. Y declaro un profundo respeto por la tropas del Frente Nacional de Liberacion, insolito. De fondo, los balazos de los M16 y AK42 gatillados por el turismo, amenizaban la charla. Un dolar, una bala, muy estupido.

En un momento de la visita, ya muy calientes con las historias relatadas, Mr Chang nos descubre una trampa [en todos los sentidos]. Un sencillo mecanismo infantil; una tabla en el suelo, atravesada por un eje en el punto medio del lado mayor, que gira. Si la pisas, te precipitas sobre doce picas de bambu hincadas a dos metros de profundidad. El extasis opiaceo de Jackie: "Cai en una de estas trampas, pero escape". Mezclado con LSD clama impasible: "Soy un superviviente".

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Por supuesto el publico enfervorecido quiso saber como, de que forma, con que sortilegio del destino, pudo escapar de semejante aprieto.

Con la naturalidad alarmante del que ha historieteado el cuento mil veces, aclaro que dos charlies habian usado el mecanismo antes que el y no habian sido retirados a tiempo para su normal funcionamiento.

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Al dia siguiente, camino de Can Tho [en el delta del Mekong], oxidados los oidos con las historias del traductor, mientras observaba a ambos lados de la carretera, cientos de diminutas islas cementerio entre los campos recien cosechados de arroz, seguia preguntandome si Jackie Chang realmente habia caido en el foso o, si solo era, otra historieta con que explimir el cerebro al turista deseoso de experiencias que no pertenecen a su tiempo.

1 comentario:

  1. Apasionante, a esto me refería en mi última entrada en mi blog. Es dificil diferenciar verdad de mentira en cuanto te ven como turista. De todas formas encontraras claras diferencias entre los guias locales en Asia y Sudamérica. Te acuerdas de Nazca?? somos sacos de dolares para ellos como tu dijiste entonces

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